«En la BOS estamos en un momento fundamental del que dependerá nuestro futuro»
El nuevo gerente, Iñigo Alberdi, presenta una temporada ambiciosa bajo el lema 'Diálogos' en un guiño a la necesidad de zanjar el convenio colectivo
La Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS) presentó este viernes la próxima temporada con su nuevo director general, Iñigo Alberdi, y la diputada de Cultura, Leixuri ... Arrizabalaga. Era la primera vez que se les veía en público y se notaban las ganas de pasar página después de un año de movilizaciones, huelgas parciales y reuniones sin acuerdo. No se ha cerrado todavía el proceso de negociación del convenio colectivo ni se han satisfecho las exigencias de los músicos, que piden la recuperación de diez plazas y una adecuada cobertura de las sustituciones, pero «el lunes tenemos una tercera reunión el patronato de la BOS y los sindicatos; con la convicción de que todos los interesados compartimos el proyecto y debemos avanzar», recalcó Alberdi, bajo la atenta mirada de Arrizabalaga.
La entidad foral tiene dos tercios de propiedad en la Fundación de la BOS, por lo que tiene más poder de decisión que el Ayuntamiento. En sus manos está el poder de desatascar el conflicto laboral de una institución que cuenta con más de ocho millones de presupuesto. Razón de más para agilizar la negociación y llegar a un acuerdo idóneo para ambas partes. «Además –añadió el nuevo director general de la BOS– no olvidemos el tema del director titular. El maestro Erik Nielsen hizo un trabajo magnífico y hay que elegir su sucesor o sucesora. Entre una cosa y otra, estamos en un momento fundante, del que dependerá nuestro futuro. Hay cuestiones en el aire que exigen intervenir y pactar entre todos, desde el patronato de la BOS hasta el público y, por supuesto, los músicos».
Lo que interesa es el futuro inmediato y ponerse en marcha. No deja de ser significativo que el lema de la próxima temporada de la BOS sea 'Diálogos' «porque es un proceso transformador que permite el crecimiento de quienes lo practican», apunta la hoja de ruta diseñada por Borja Pujol, director técnico de la BOS, responsable de la programación en comandita con la comisión artística sin perder de vista las líneas maestras marcada por Erik Nielsen. Se ha fichado a solistas y batutas ilustres, pero también un piano con empaque, que adquirirán en breve gracias a la finaciación de la Fundación BBK. La propia diputada de Cultura tiene marcado en el calendario el 150 aniversario de Manuel de Falla, que dará rienda suelta a gran parte de las 88 teclas del instrumento con el estreno de un concierto de Moisés P. Sánchez.
Colofón luninoso y vigoroso
«Toda la programación es muy interesante, una oportunidad única para reflexionar sobre temas variados», elogiaba Leixuri Arrizabalaga ante un nutrido público, entre los que se veía a diversos representantes del ámbito cultural, desde la ABAO a la Sociedad Filarmónica, pasando por el Teatro Arriaga, la Sociedad Coral, el Palacio Euskalduna... Allí estaban arropando a Iñigo Alberdi en la presentación de una oferta que terminará vigorosa y luminosamente, a ritmos venezolanos, con la trompeta de Pacho Flores y el cuarteto Leo Rondón.
Entre el 25 de septiembre y el 5 de junio se ofrecerán 17 conciertos sinfónicos y 10 de cámara, entre los que destacan obras imponentes como la Sinfonía nº 7 'Leningrado', con Vasily Petrenko a la batuta, y La Pasión según San Juan, de Bach, con San Juan Bautista Abesbatza bajo la dirección de Carlos Mena. Son piezas imprescindibles del canon que conviven sin estridencias con experiencias como la proyección de 'El Retorno del Rey', colofón de la trilogía de Tolkien, que no solo se verá en gran pantalla, sino que contará con la interpretación en directo de la banda sonora. La BOS y la Sociedad Coral se aplicarán a fondo para estar a la altura de la épica de la película de Peter Jackson.
El maridaje entre piezas muy diversas es la tónica dominante en la oferta de la BOS. Se impone la calidad y el factor sorpresa desde el principio, con una programación que arranca con 'Oceans', una obra que dura nueve minutos y concilia el minimalismo con técnicas posrománticas. Tiene el sello de la compositora islandesa María Huld Markan Sigfúsdóttir, de 44 años, y deja huella en el ánimo del oyente. La inmensidad y fragilidad de la tierra natal de Sigfúsdóttir se plasma en sonidos que parecen salir de las entrañas de nuestro planeta. O más allá de la estratosfera.
Es una obra que casa bien con la Sinfonía nº 3 de Saint Saëns y el Concierto nº 1 para piano de Chaikovski. Una combinación a la que sacará provecho Elena Schwarz al frente de la BOS y del solista Martín García García, un músico con personalidad y precisión estilística. Nunca toca de cara a la galería. Esa honestidad se hará notar asimismo en obras como 'Zuhaitz', de Gabriel Erkoreka, escrita para orquesta y el grupo Kalakan que se ofrecerá después de 'Ma Mère I'Oye', de Ravel, y antes de la Sinfonía n° 36 de Mozart.
La batuta de Jean Deroyer asumirá el desafío de la percusión vasca con la misma naturalidad que su colega Ramón Tebar a la hora de dirigir el ciclo 'Lieder eines fahrenden Gesellen' (Canciones de un camarada errante) de Mahler y la Segunda de Rachmaninov. La mezzo Sasha Cooke se dejará llevar por el ansia y la melancolía pero sin perder el norte de la música. La partitura marca el camino, no hay forma de perderse. Y como todo vuelve, sobre todo cuando se han dejado buenos recuerdos, no podía faltar el liderazgo de Erik Nielsen.
El exdirector titular de la BOS hará justicia a la Obertura Op. 20 de Arriaga, el Concierto nº 1 para piano y orquesta de Brahms y 'El pájaro de fuego' de Stravinsky. Ante el teclado tomará posiciones Alessio Bax, un profesional marcado en su día por el magisterio de Joaquín Achúcarro. El don para el diálogo, que fluye y nunca se estanca, también es la seña de identidad del violinista Sergei Dogadin, que se lucirá a las órdenes de Swann Van Rechem con Sibelius, para luego dar paso a 'Unda maris', del bilbaíno Javier Quislant, y 'La mer', de Debussy. Esas dos últimas obras rinden homenaje a las olas y corrientes que subyacen en la superficie y responden al ritmo de la vida.
Nada desaparece, solo se transforma. Es algo que 'Mother Earth', de Fazil Say, demuestra con cada nota. El estreno de la pieza, con el propio compositor al piano y la dirección de Nil Venditti, servirá para hacer volar la imaginación. Y siempre, la última palabra la tendrá el público.
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