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Berri Txarrak empieza a decir adiós
El trío de Lekunberri arranca su minigira de conciertos en salas y gaztetxes en Gernika con una «celebración» de sus 25 años
Berri Txarrak quiere que su despedida sea una fiesta. «Nuestro objetivo es celebrar los 25 años que cumple la banda», pidió sobre el escenario ... Gorka Urbizu nada más salir a tocar al Astra de Gernika. El concierto de este viernes, el primero desde que anunciaron su adiós, arrancó con 'Beude', una canción que homenajea a las salas de conciertos y que da nombre a la minigira por locales pequeños y gaztetxes que les tendrá ocupados durante los próximos dos meses. Una forma de reconectar con sus inicios en garitos. Les espera un año frenético, con fechas aún por determinar y que les llevará de nuevo hasta Asia y América, y que tendrá su colofón a finales de noviembre en Pamplona con las dos últimas citas de su Ikusi Arte Tour.
Durante algo más de una hora y media, el power-trío ofreció varias píldoras de sus dos últimos discos y se explayó con sus éxitos pasados. «Vendrán canciones tristes, pero estamos de celebración», anunció Urbizu justo antes de entonar 'Kanta goibelak'. Bien fue recibida 'Zertarako amestu', que da título a un DVD que incluye un directo grabado precisamente en Astra, tocando en el suelo, rodeados por 300 seguidores y con el gaztetxe aún sin remodelar. Esta vez, ya sobre un pequeño escenario y con una pantalla que facilitaba la visión a los de las últimas filas, la banda quiso devolver las muestras de cariño recibidas entonces. Incluso se revivió parte de aquella grabación cuando Urbizu se animó a hacer la mitad de 'Zaldi Zauritua' entre el público.
El primer riff de cada canción estuvo sucedido por gritos de quienes con unos pocos segundos ya habían sido capaces de reconocer el próximo tema. Llegaron así clásicos como 'Payola' e 'Ikasten' y nuevos éxitos como 'Infrasoinuak', que da nombre a su último disco. Cuando llegó 'Oreka' aprovecharon para hacer algo que ya se ha convertido en tradición cada vez que suena en directo: intercalar una versión. Esta vez se decantaron por el discotequero 'Kids' de MGMT, la nota discordante pero efectiva en una noche abanderada por el rock.
La banda desapareció del escenario sin previo aviso tras 'Zorionaren lobbya'. Minutos después volvieron con el primero de los dos bises. Retomaron el concierto con 'Denbora da poligrafo bakarra', perteneciente a la época más alejada de su esencia rockera. Y volvieron a acelerar el pulso del personal con 'Bizi ala iraun', un tema que engancharon con 'Katedral bat', cuyo videoclip fue grabado en el BEC en el concierto más multitudiario que ha dado la banda fuera de un festival. Congregaron a 10.000 gargantas.
La despedida del segundo bloque fue por todo lo alto. Sonó 'Denak ez du balio', un tema que grabaron junto a 'Rise Against'. Como es habitual, el bajista David González se encargó de la parte en inglés del tema, aunque optó por dejar su última estrofa a cargo del público al que animó subido sobre el amplificador. La rabia que contiene esta canción se hizo notable con un corte de mangas de Urbizu.
«¿Ya? No, tendrán que cantar 'Ikusi Arte' por lo menos, que para algo la gira de despedida se llama así», razonaba una seguidora cuando el trío volvió a abandonar el escenario después de repartir púas y los pertinentes saludos. Estaba en lo cierto. Entonaron su clásico 'hasta la vista' y decidieron que sus últimas notas en Gernika fuesen las de la desgarradora 'Oihu'. Su final ha dado comienzo, pero la banda euskaldun más exitosa confirmó durante los últimos aplausos que no tiene prisa por marcharse: «Aún nos queda un año muy vivo».
Aforo completo y fans pegados al cristal
La rapidez con la que completan el aforo de cada una de las nuevas fechas es una clara muestra de que sus seguidores quieren tener la oportunidad de despedirse de ellos. «Una chica que estaba con su bebé a nuestro lado en la cola decía que no había esperando tanto para un concierto ni por los de OT cuando tenía dieciséis años», comentaba entre risas Izaskun, una bermeana que esperó cuatro horas para comprar entradas para el que fue su primer directo de Berri Txarrak.
La expectación despertada por la banda fue tal, que algunos fans se negaron a perderse el concierto. Fuera de la sala y tras la cristalera, tres seguidores disfrutaron de lo lindo durante gran parte de la actuación gracias a las ventanas entreabiertas.
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