Borrar
Abriendo con el primero de los cuatro vestidos. Ania López

Beñat Achiary divino en los 'Amores' de Adriana Bilbao

La coreógrafa y nieta de Zarra estrenó su nuevo montaje, 'Amores-Maitasunak', inspirado en el amor y agraciado por el rol imbatible y protagónico del fascinante cantante vascofrancés Beñat Achiary

Domingo, 23 de febrero 2025, 15:42

Comenta

Se veía llena la Sala BBK este sábado durante el estreno de la coreografía 'Amores-Maitasunak', el nuevo montaje de la bailaora Adriana Bilbao, la nieta de Zarra, el mítico artillero del Athletic. La cita duró 66 minutos para unas diez interesantes viñetas resueltas en trío escénico: la bilbaína Adriana al baile, el andaluz Raúl Corredor a las guitarras flamenca y eléctrica, y el gran triunfador de la propuesta, el vascofrancés tan atávico como futurista Beñat Achiary a la voz, la emoción pura y los gañidos del alma, esta vez emitidos en tres idiomas: euskera, castellano y francés, según textos de poesías ya conocidas.

El intenso e inmenso Beñat Achiary (Saint-Palais ó Donapaleu, 1947; el mismo pueblo de la delicada corista Anne Etchegoyen) ha colaborado otras veces con Adriana Bilbao, y aún recordamos cómo le robó el protagonismo en mayo de 2019 en el estreno en el Teatro Barakaldo de su obra 'Burdina / Hierro'. Ahora, en 'Amores-Maitasunak', Adriana, mucho mejor bailarina que entonces, parece que ha entregado el papel protagónico a Achiary, tanto que él show se puede contemplar como un concierto ilustrado por la bailarina, que aunque esté en escena dosifica sus intervenciones como las de un perfume: en el arranque permanece quieta abrazándose a sí misma, luego está sentada en una silla mirando al guitarrista, se hace una trenza a la vista de la gente, en otro momento deambula sin danzar en sí… Las cosas que tiene la danza contemporánea, que en estos 'Amores' cohabita con la escuela flamenca de la vizcaína.

Ania López

Adriana Bilbao Zarraonandia (Bilbo, Bizkaia, 1988), más segura que nunca sobre las tablas, tanto que sonrió mirando al público en un número, usó cuatro vestidos: bata de cola que le costó mover, uno rojo ceñido muy años 20, otro blanco con mantón que al hacerlo volar parecía que estaba aventando una sábana, y al final uno verde (la profesional Ania se queda con el primero: «por la cola con volantes, por lo bonito y por el juego que le ha dado en escena. Los otros han sido más sencillitos, aunque el tercero dio juego por el mantón»).

Con abanico bailó guajiras, manejó un globo de luz que se le cayó al suelo en la primera intervención, zapateó a menudo, se movió como Rafael Amargo, volvió a coger la bola, danzó tango partiendo de esa silla, y en el epílogo, con un momento solista para cada uno de los tres intervinientes (Raúl Corredor tocó sentado al borde del tablado, luego cantó solo una vez más el titular Achiary), ella reapareció por el pasillo, con el público pasándose hacia delante la bola de luz y con ella declamando a Walt Whitman: «yo me celebro y me canto a mí misma», «el olor de mi axila es más fino que una plegaria», o esa pregunta tan iconoclasta de «¿Por qué he de empeñarme en que Dios sea mejor que este día?».

Y como Dios en el génesis cantó el ciertamente atávico Achiary, como cuando del barro de la tierra surgió el alma humana. Vaya concierto el de Beñat Achiary, vive Dios. No sabemos por qué no es una estrella en Francia, gracias a esa capacidad emocional y técnica vanguardista, con falsetes sostenidos, gañidos guajiros, movimientos de actor sobre un escenario en el que llegó a bailar espalda contra espalda con Adriana, cantos a la pasión en francés con espasmos como los de Nick Cave (y Adriana bailando contorsionista, y Corredor usando la electricidad blusera), poesías recitadas (alguna de Joxean Artze presentó), somatizaciones de la chansón en modo sibilante a lo Luis Mariano, e incluso asunciones de la ranchera («de flores y esmeraldas, en las frescas mañanas escogidas», una 'Cántico espiritual' de San Juan de la Cruz).

Saludos finales de Achiary, Adriana y Raúl Corredor. Ania López

Un espectáculo muy bueno en su economía de medios y con los tres actuantes bastante integrados. Ojalá podamos repetir. Pasará por Mondragón, Amurrio (2 de mayo), Santurtzi (Serantes, 9 de mayo), Algorta (Muxikebarri, sin fecha, pero el teatro municipal getxotarra cofinancia el montaje)… Dice la promoción: «Con una puesta en escena sencilla y austera, los tres intérpretes de la obra (voz, guitarra y baile) realizan un viaje que parte desde los Amores más inocentes y atraviesa los más pasionales, obsesivos y espirituales hasta llegar al amor propio y, con él, a lo sublime. Basados en la tradición cultural y en grandes poetas referentes».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Beñat Achiary divino en los 'Amores' de Adriana Bilbao

Beñat Achiary divino en los 'Amores' de Adriana Bilbao