La WOP Band más desnuda que nunca
La banda liderada por Mikel Renteria presentó cuarto disco, 'Vida', en un Fnac lleno de allegados
La tarde del jueves el grupo bilbaíno The WOP Band (WOP por Walk On Proyect, el acrónimo de la fundación que busca fondos para luchar ... contra las enfermedades raras) estrenó en el Fnac su cuarto disco 'Vida' y ya no tocará más hasta mayo. Se encerrará en el local de ensayo para rodar el repertorio, ya que el quinteto tiene dos nuevos miembros: Gorka al bajo y Xabi a la guitarra acústica. Ni siquiera va a actuar el 23 de noviembre en el Euskalduna, donde se montará el noveno WOP Festival, con doce actuaciones entre las 12.30 del mediodía y las 23.30 de la noche (cada cambio durará sólo 10 minutos) y con Los Deltonos cántabros como cabezas de cartel. Recordemos que Mikel Renteria, líder de la WOP Band, también es el máximo responsable de la fundación WOP, tesitura a la que le ha conducido la enfermedad de uno de sus tres hijos.
En un Fnac lleno de gente atenta y cercana al grupo (madura, femenina…), el jueves The WOP Band dieron un bolo de 4 temas en 22 minutos. Mikel Renteria lo presentó así: «'Vida' es nuestro disco más desnudo, para empezar porque es todo en castellano. Muestra cómo somos, con todas nuestras limitaciones, con todos nuestros defectos». Al álbum, en realidad un discolibro ligero, le falta un poco de producción, y sus letras son sentidas, dolidas, pero siempre esperanzadas y amorosas.
Estas cuatro siguientes canciones tocaron en formato eléctrico durante el buen concierto, más que correcto a pesar de los hándicaps: 'El barranco', de Nuevo Rock Americano sofocado; 'La herida sangra aún', que tocaban por primera vez, un medio tiempo a lo Burning nada macarras y con punteo vía Neil Young; 'Vida', la que titula la novedad, una pieza inspirada en alguien ya desaparecido y que aún permanece en el recuerdo de la familia Renteria, una elegia que a tres guitarras sonó cual híbrido entre Dream Syndicate y Burning, con recitado de trovador intercalado y una coda a lo Lou Reed; y, «para acabar más arriba», 'Sonríe', un funk reminiscente de Las Ruedas y Los Ronaldos y con una armónica sobrante y una voz que apenas se distinguía (luego nos contó Mikel que él tampoco se oía y que habían probado a todo correr; si a eso le sumamos los dos nuevos miembros, ya conocemos todos los hándicaps).
A pesar de todo, mereció la pena el bolo promocional. Y cuando se había largado casi todo el mundo y los músicos estaban recogiendo, Mikel interpretó en solitario con la acústica para los más allegados una pieza más que no contabilizamos entre esos 4 temas eléctricos en 22 minutos. Era la canción que cierra el disco, 'Cantando junto a ti', muy sentimental y aun más desnuda, más descarnada, que la hemos visto en video.
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