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Oscar cubillo
Jueves, 26 de agosto 2021, 11:27
Qué grande Falete el miércoles en el lleno Teatro Gaztambide de Tudela, donde protagonizó la gran gala inaugural del 8º Festival Flamenco On Fire, que ... de jueves a domingo se trasladará a diversos escenarios de la capital navarra, a Pamplona. El miércoles, Tudela, la capital de la ribera, albergó seis conciertos: a las 9.30 el de Falete revisando a Bambino, La Jurado, Lola Flores, etc.; a las 8 en la sede de las Bardenas el de Maui, la sobrina de Bambino, carente del arte de su tío pero metiéndose al público en el bolsillo con su vestido de folklórica espacial y su gracejo caricaturesco al servicio de un neoflamenquito de lírica costumbrista y superficial entre Martirio y Kiko Veneno administrado en 10 canciones en 67 minutos en los que fue superada por sus tres escuderos, entre ellos los dos palmeros con guiños duduá; a las 7 en el patio del Conservatorio Fernando Remacha el recital del guitarrista Jesús de Rosario, que bajo la férula de Sabicas en 52 minutos interpretó 6 severos instrumentales: rondeña, soleá, granaína, tientos, minera y bulería, como etiquetó todos los palos él mismo.
Y hubo otros tres actos por la mañana: a la 1 de en el patio del conservatorio la elegante pareja gitana formada por Juanfran Carrasco y el soberbio tocaor Nono Reyes en 46 minutos repasó 6 cantes, destacando el temple de la malagueña inicial y los fandanguitos postreros; a las 12.27 en la Plaza de los Fueros la anodina jienense Ángeles Toledano en cuarteto durante 36 minutos entonó alargándolos y con poco salero 5 cantes que nos evocaron a la sobrevalorada María José Llergó y a las hijas de Morante; y al mediodía, en la misma plaza, empezó el 8º FOF con el veterano cantaor calé Tío Selín más su hijo al toque, y sonaron 4 temitas en 13 minutos, y en la soleá Selín se quedó sin voz por agotarla con estilo quebrado y metálico, un Selín que se presentó así: «Por primera vez voy a cantar en mi pueblo. 'Semos' de Tudela. Desde los cuatro años he estado dando vueltas por La Revoltosa. Y ahora con los nietos. También los navarros somos flamencos. 'Ande' hay un pueblo gitano, hay flamenco». Ole.
Lo de Falete en el Teatro Gaztambide fue el broche de oro del miércoles, de la primera de las cinco jornadas del octavo festival Flamenco On Fire, que este año plantea a modo de subtítulo: «Qué es flamenco?». Pues Falete, en su concierto espectacular, desgarrado y teatral hizo copla, canción melódica, rumba y flamenco puro en el epílogo de los 106 minutos en los que interpretó 13 piezas, bastantes dobles, enlazando dos títulos. Y en su show se puso dos vestidos, de mujer, claro, de fiesta y exótico el primero, más tradicional y flamenco el segundo, y se los cambió durante un mutis suyo de catorce minutos ocupado por sus cinco escuderos, con Florencio Gerena al cante y Álvaro El Sarabia a un baile arrebatador seguido con pasión por el público.
Vaya público, oigan. Cómo se metió en el repertorio y cómo piropeaba al artista de Triana: guapo, qué arte, pero qué bonito, elegante... No paraban de chillarle, y él los pastoreaba con estilo, llevando el mando y sin dejarse interrumpir, concentrado en la actuación, en un modo de cantar poderoso que ni le cansaba a él ni cansaba al teatro. Abandonado señaló a alguien del patio de butacas a mitad de un par de canciones, invitó a cantar en otra y cuando se podría pensar que ya nos íbamos a atascar en la pachanga resultó que la pasión y el conocimiento del respetable logró que se viviera otro momento emocionante... «De nada sirve ser artista, un buen artista, si no tienes unos jueces tan sabios como sois vosotros», dijo en una ocasión.
Falete se movía por la escena, a veces cantaba a pelo, sin micrófono, y se arrancaba en minibailes fugaces y arrebatados quizá para que viéramos que llevaba tacones debajo de las largas faldas de sus vestidos. Y es que se reivindicó como gran folklórica actual desde que apareció en el amnplio tablado cerúleo y repeinado, con un aire estético muy pantojesco, en serio.
Falete arribó a Tudela en la gira de su último disco, 'Prefiero ser así'. Y así lo preferimos, amalgamando cuerpo y alma en sus canciones, sin alharacas ni reivindicaciones más allá de la del amor. Qué grande Falete, ya fuera tanto en el bolero 'Te estoy queriendo tanto' (por la labor del piano pensamos en Moncho), en la ranchera empalmada en una de las piezas dobles 'Paloma brava', en la apoteósica copla sudista 'Te lo juro', en la teatralidad narrativa en gradación aplicada a 'Romance de Curro el Palmo' (con melódica tanguera), de seguido en el 'Romance de Juan Osuna' en el que Falete cantó como Juanito Valderrama, en un 'Procuro olvidarte' trucado con rumba, en el homenaje a Bambino con el arrebatado 'Payaso' y luego a Lola flores con 'La bomba gitana', que fue cuando presentó a sus subalternos deluxe, en el paso previo al bis con un fin de fiesta flamenco con los seis acuantes delante del tablao y a pelo, o sea sin amplificación.
Qué grande Falete. Y qué arte. Un concierto de lo mejor del año.
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