El Arriaga pondrá «todos los medios» para montar la zarzuela 'Mari-Eli' pese a los paros convocados por la BOS

Noticia relacionada

Los paros de la BOS frustran el estreno de la zarzuela del Arriaga

Hasta ahora solo está claro que los músicos que secunden la huelga parcial tocarán media hora y luego desalojarán el escenario, donde por exigencias del montaje se les ha ubicado en una suerte de quiosco. No tocan en el foso y su protesta se hará muy visible. Un golpe de efecto que ya dieron recientemente en el transcurso de dos conciertos de su propia temporada en el Euskalduna para denunciar una gestión «que no permite cubrir plazas perdidas y aplica una deficiente cobertura de las sustituciones». En aquella ocasión la mayoría del público empatizó con las reivindicaciones y todo el mundo recibirá el reembolso del importe de las entradas a partir del lunes. Una política que también seguirá el Arriaga, aunque modulada según las circunstancias.

En el peor de los casos, si llegaran a cancelarse las funciones de 'Mari-Eli', se devolvería el dinero sin excepción. Y en el supuesto de que salgan adelante, conviene saber que solo se podrá reclamar el importe si no se acude a la función o si se desaloja la sala al mismo tiempo que los músicos de la BOS. Los espectadores que se queden hasta el final no tendrán derecho a la devolución. El montaje ha despertado expectación y se ha vendido todo el aforo de butaca de patio para ambas funciones. Es una apuesta muy ambiciosa, con un reparto de 10 solistas (como Andrea Jiménez, Botond Odor y Gexan Etxabe) y 60 miembros de la Sociedad Coral de Bilbao que actualiza una temática costumbrista y marina, al compás de zortzikos, romanzas, pasodobles y chotis con un trasfondo de sátira social.

Habrá mucho que ver en este montaje de 'Mari-Eli', con iluminación de Michael Bauer y visuales digitales que ha diseñado Sergio Verde. Las más de 70 voces también se harán notar, sin que se haya previsto en el mejor de los escenarios una masa orquestal numerosa. Los efectivos que han estado ensayando a las órdenes de Jon Malaxetxebarria son cerca de 45 y, entre ellos, «pensamos que 15 como máximo no secundarán los paros», desvelan los sindicatos. Un número muy reducido, «sin percusión ni metales, y con pocas maderas y cuerdas». Lo cual significa que es difícil que para capear la crisis de la próxima semana se reclute a los músicos de la BOS que no comparten las protestas. «Los paros se aprobaron el pasado martes con una asamblea formada por el 63% de la plantilla».

Hay distintas sensibilidades, pero fichar a los descontentos con los paros no ayudaría ni musical ni laboralmente. El órdago se ha lanzado después de dos semanas de incertidumbre, a modo de pulso con las instituciones «porque hay tiempo hasta el miércoles para que la Diputación deje de ponerse de perfil». De momento solo se han entablado conversaciones entre el concejal de Cultura, Gonzalo Olabarria, en calidad de presidente del Consejo de Administración del Teatro Arriaga, y los sindicatos de la orquesta.

«El Ayuntamiento tiene un tercio de propiedad en la Fundación de la BOS, pero la Diputación tiene dos tercios. Eso significa que tiene más poder de decisión sobre nosotros. Nos consta que Olabarria les ha trasladado nuestra propuesta de recuperar las plazas y cubrir las sustituciones razonablemente. ¿La respuesta del ente foral? Pues que no la contemplan». Quedan cuatro días para que cambie el panorama. Y más adelante, con los ojos puestos en la ópera 'Otello', que tiene programada la ABAO para el 17 de mayo, de momento no tienen pensado nada que no sea trabajar. «Nuestra prioridad siempre es dar lo mejor de nosotros. El día 5 empezamos los ensayos».