Anne Etchegoyen inspirada y al grano

Como en Francia están prohibidos los conciertos desde noviembre y el toque de queda ahora es a las 6 de la tarde, se supone que se lo pasó estupendamente la tarde de este miércoles la vocalista de Iparralde Anne Etchegoyen en su concierto promocional en el Fnac de Bilbao. Acudió en trío, o sea tirando la casa por la ventana para un aforo con entrada libre limitado a 15 asientos.

Por razones de seguridad a estos conciertos del Fnac el público debe apuntarse previamente, y este miércoles muchos de los de la lista faltaron. Y eso que Ana Salinas, la jefa de prensa, respondió que el aforo estaba agotado a muchos otros interesados. Menos mal que a la postre la salita se llenó de espectadores que habían acudido por si fallaba algún inscrito y de gente que pasaba por ahí y entró atraída por la propuesta.

En verdad que para los espectadores fue un lujo su bolo promocional de 5 canciones en solo 25 minutos. El trío vascofrancés sonó estupendísimamente gracias a la labor a la mesa de sonido de la siempre eficaz Nadège López (nos informó que el equipo era nuevo y mejor). Además, Anne cantó inspirada y concentrada, y sus dos escuderos, vestidos con unas camisas rechulas que encantarían a Mikel Erentxun, lo llenaron todo: a la derecha el flamenco Antonio Jiménez y en el centro Jérôme Levatois, guitarra, percusión y dirección musical.

La cita superó las expectativas y de hecho el que suscribe pensó que en vivo nunca había visto tan bien a Anne, excepto quizá cuando cantó una parte de un concierto en la Sala BBK escoltada por el Biotz Alai. En el Fnac, beneficiada por la brevedad del encuentro, no insistió en lo que menos nos gusta: en intentar hacer cantar al público, y eso que empezó pidiendo que silbáramos, aunque esta tarde de martes sin apartarnos las mascarillas, no como en agosto en la Biblioteca Bidebarrieta, cuando desconocedora de las leyes contra la pandemia en España Anne Etchegoyen pidió que nos las quitáramos y bastantes inconscientes la obedecieron.

Y si Anne pecó de pachangueo en verano en Bidebarrieta, en el Fnac este miércoles fue al grano, aunque también supo y pudo comunicar con la gente, a la que hizo silbar y dar palmas, y a la que presentó las canciones alternando euskera y castellano. Las cinco canciones que escogió Anne están entre las diez de su último disco, 'Emazte'.

Las cinco piezas seleccionadas fueron la pizpireta y melódica 'Ttipi ttapa' («'Paso a paso', me la inspiró el nacimiento de mi hijo»), la dramática y entonada de acertada manera teatral 'Ixilik' («habla del silencio de las víctimas de la violencia doméstica», y fue un privilegio poder oírla a dos palmos), «una canción que no necesita presentación» que fue la celebérrima 'Maite' de Pablo Sorozábal y en Francia popular por Luis Mariano (versión a la que infiltraron un logrado pasaje aflamencado), el pop creciente 'No es no', muy bien arreglado y con recitados postreros de Anne («esta canción es un 'basta ya' a las violencias sexistas, machistas, que grabé con Itziar Ituño en tres idiomas, euskera, francés y castellano, para hacerla más accesible»), y la mitificación de La Pasionaria en un 'No pasarán' que se asemejó al folk cantautoril transicional («un homenaje a Dolores Ibarruri»; y como fue la última pensé que en vez de esa podía haber cantado su adaptación del 'Txoria txori' de Laboa, la que hizo famosa a la francesa).