Amaia Romero
«Me gusta jugar con la sorpresa, no me preocupa que no entiendan mis cambios»La navarra recibe el Premio AUPA! hoy por su trayectoria y publica este viernes 'Aralar', una canción inspirada en la mitología y los paisajes vascos. El 3 de mayo actuará en el BEC dentro de su gira 'Arenas'
Amaia Romero reivindica su vínculo con Euskadi y su manera libre de crear, sin miedo a cambiar de piel con cada etapa. La artista navarra, ... que recibe el premio AUPA! y este viernes lanza 'Aralar' —una canción inspirada en la sierra de su infancia y en la mitología vasca—, habla con EL CORREO sobre su conexión con el norte, su paso por el BBK Ría de Bilbao, donde cantó ante miles de personas, y sobre la libertad artística en una industria cada vez más encorsetada. Amaia despliega la naturalidad que la define, una mezcla de intuición, humor y lucidez que la han convertido en una de las voces más queridas y singulares del pop español.
— ¿Qué significa para usted el reconocimiento AUPA! viniendo de aquí, de Euskadi, de un público que le aprecia tanto?
— Me hace muchísima ilusión, sobre todo —ya que mencionas la zona—, Euskadi la siento como hogar, somos vecinos. Me muevo mucho por aquí, entonces me hace una ilusión especial. Después de todo el trabajo y el esfuerzo, sentir este reconocimiento es un honor. Estoy súper agradecida.
— Fue una de las privilegiadas de actuar en el BBK Ría de Bilbao ante miles de personas.
— Fue increíble, fue precioso. Nunca había cantado en un sitio así, en un escenario flotante. Cuando llegó la propuesta, solo con eso dije que sí, no hacía falta saber nada más. Fue mágico. Y luego todo ese paseo en barco… fue como sentirse la reina. Muy divertido y precioso, recuerdo con mucho cariño ese día.
— También iba a tocar en el BBK Live, aunque el concierto se canceló por la meteorología.
— Ya… eso me dio mucha rabia, porque era uno de los conciertos que más ganas tenía de hacer. El BBK en Bilbao me hacía muchísima ilusión y me dio mucha pena. A ver si me confirman para el año que viene —dejo aquí una indirecta—.
— El viernes lanza 'Aralar', que desde el título ya suena muy vinculado a Euskadi.
— La sierra de Aralar… soy malísima para la geografía y nunca me acuerdo de los nombres, pero mi padre nos hablaba mucho de esa sierra, nos contaba historias de cuando iba de pequeño. Es un sitio que siempre he tenido muy presente. Es una canción que tiene bastantes influencias de la mitología vasca, de la música folclórica del norte, de Navarra… Es una temática que siempre he sentido muy familiar a lo largo de mi vida.
— El ritmo recuerda mucho a 'Morroxko', de Mirua.
— No conozco, me lo voy a apuntar.
— Siempre dice que hace lo que le da la gana para estar cómoda. ¿Cómo vive el ser libre en una industria que a menudo encorseta?
— Siempre digo que no sabría hacerlo de otra manera. No es algo premeditado, simplemente hago lo que me sale. Me considero una persona bastante intuitiva; me dice el cuerpo, la intuición, por dónde tirar. Es lo que me ha ido saliendo, la evolución natural de estos años. Estoy muy agradecida porque desde el principio me he sentido escuchada y entendida por las discográficas, por el público en general. Siempre me han dejado tener esa libertad, poder hacer lo que quiera sin mucho juicio.
— ¿Le preocupa que una parte de su público no entienda algún cambio?
— La verdad es que no. Siempre me ha gustado hacer cosas, ya no solo en la música, sino en la forma de hacer las cosas, de comunicar. Me gusta ser un poco sorprendente, jugar con la sorpresa. En vez de preocuparme, me motiva.
— ¿Cómo gestiona esa dualidad de ser usted misma y al mismo tiempo estar ante cientos de miles de ojos?
— Con los años. Cuantos más años de carrera tengo, más veo la evolución en cómo gestiono las cosas. Hay temporadas en las que todo te afecta más o menos. Una buena psicóloga es muy necesaria. Creo que hoy en día hay que saber gestionar la relación con las redes sociales, entender cómo funciona todo e ir tirando. A mí las redes me encantan, pero aunque no lo parezca, me gusta pensarlo todo mucho antes de subir algo. Le doy mil vueltas. Pienso cómo comunicar las cosas, con el objetivo de que parezca lo contrario. Parece que no está nada pensado, pero en realidad lo está muchísimo. Las portadas, los anuncios, hasta una simple historia de Instagram con la posición concreta de las letras. Siempre pienso: ojalá haber sido una artista de hace veinte años, que simplemente sacabas un disco y punto, sin tener que hacer otros trabajos que no tienen que ver con la música. Pero a la vez es divertido. Está guay poder abarcar otras cosas.
— ¿Cree que en España está surgiendo una generación que rompe con lo que 'debería' sonar?
— Sí. La industria va cambiando, y también la manera de hacer las cosas. Hoy hay mucha más diversidad. Cada vez está menos clara la línea entre los estilos, entre lo mainstream y lo alternativo. Antes estaba más marcado, pero ahora algo puede ser mainstream y alternativo a la vez. Hay muchísimas más posibilidades de hacer las cosas, más caminos. Me gusta que se abran otras puertas.
— Su colaboración con Judeline llamó mucho la atención. ¿Hay alguna artista con la que ahora tenga ganas de colaborar?
— Sí, hay una artista que me encanta que se llama La Rebe —en Instagram es rebequita la bonita—. Me encanta lo que hace. Tiene una propuesta visual y musical muy única, no hay nada que se le parezca. Me gusta ese punto antiguo pero moderno a la vez. Es muy especial.
— ¿Qué está escuchando últimamente?
— Siempre tengo que abrir Spotify porque me quedo en blanco (ríe). La última canción que tengo guardada es 'Vestida de nit', de Silvia Pérez Cruz. Luego tengo a Britney Spears, 'Sube, sube' de Nacho Cano… También me ha gustado mucho 'Soy lo peor', de Depresión Sonora con BB Trickz. Me encanta Depresión Sonora, me ha sorprendido mucho la colaboración. Es algo que no te esperas, pero que encaja perfectamente.
— Como su colaboración con Rojuu en 'Quiero Pero No'.
— Exactamente. Justo hay una canción de Rojuu de su último álbum que no paro de escuchar, 'Lucky'. Me encanta.
— Son artistas que cambian y evolucionan muy rápido de un álbum a otro, al igual que Rosalía con 'Berghain'. ¿Se identifica con esa necesidad de reinventarse?
— Sí, totalmente. Entiendo perfectamente esa necesidad. Creo que cuando uno es artista, la evolución viene sola, no se puede evitar. Y es bonito poder hacerlo sin miedo, aunque haya gente que no lo entienda.
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