El cómic de Mikel Laboa, entre la libertad y el humor
Harkaitz Cano, Unai Iturriaga y Joseba Larratxe publican un cómic sobre el músico y autor de 'Baga, Biga, Higa'
La biografía de Mikel Laboa (San Sebastián, 1934-2008) estaba bien contada en un libro por su mujer y colaboradora Marisol Bastida. Así que para ... llevar su figura al cómic había que inventarse otra cosa sin sacarse de la manga una vida que no fuera la suya. Harkaitz Cano y Unai Iturriaga como guionistas y Joseba Larratxe como dibujante se aplicaron los mismos principios que habían guiado la carrera del músico, libertad y humor. Lo que se ve desde el mismo título del cómic que resultó de su colaboración, 'Yo no soy Mikel Laboa'.
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Partió de un encargo a Iturriaga de la Cátedra Mikel Laboa de la UPV/EHU, y se inició con unas reuniones de los tres autores en Lekeitio para ver cómo procedían. «Escribíamos, Joseba incluía detalles que no estaban en el guion y nosotros los incluíamos para seguir adelante», explicó Harkaitz Cano en la presentación en Bilbao organizada por la editorial Elkar.
El primer capítulo indica por donde irán los tiros y nunca mejor dicho porque la acción sucede en un escenario de película de vaqueros. Laboa viaja en un burro por un desfiladero cantando 'Piedra y camino', incluido en su disco 'Xoriek 17' de 2006: «Del cerro vengo bajando/
Camino y piedra/ Traigo enredada en el alma, vida y/ Una tristeza». Llega al pueblo y ve la guitarra que le habían robado mientras dormía al raso en la tienda de instrumentos Erviti, como la de San Sebastián. A continuación la asaltan un grupo de indios que salen tocando el saxo, los platillos, el acordeón y, sí, su guitarra.
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«Onírico y real»
El retrato del cantante de 'Baga, biga, higa', canción inspirada en dos poemas onomatopéyicos de la tradicional oral vasca publicados por Manuel Lekuona, queda entre «onírico y real», según definió Cano. El cómic incluye letras y alusiones al repertorio del músico intercalados entre las viñetas. Es como una banda sonora, a la que se puede acceder a través de una lista colgada en Spotify. En ella aparecen también temas de Guillermina Mota, Francesc Pi de la Serra y el homenaje de Ruper Ordorika al artista donostiarra.
«Cada uno tiene su Laboa. Escucharle es como la magdalena de Proust: te recuerda momentos, personas, épocas. Es el chamán de la tribu, el que puso música a Artze, Lete, Sarrionandia y Atxaga, el que se inspiró en Brecht, el experimental de los 'Lekeitio', el 'clown' que iba bailando de un micrófono a otro sobre el escenario», evocó Cano.
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El dibujante Joseba Larretxe contó su propia experiencia del cantante. «Le escuchábamos en el coche de mis padres, luego versiones de Fermín Muruguza y de Su Ta Gar, y más tarde compré sus cedés. Para hacer este cómic tienes que preguntarte qué significó para mí Mikel»
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