«He mirado hacia adelante para hacer cosas nuevas y no vivir
de los éxitos»
Mikel Erentxun recalará en el Guggenheim con su gira 'Amigos de guardia', en la que celebra sus casi 40 años de trayectoria
Mikel Erentxun (Caracas, 1965) se acerca a sus cuatro décadas en el mundo de la música popular. Desde su fulgurante debut con Duncan Dhu, la ... banda que formó junto a Diego Vasallo« y Juan Ramón Viles, su carrera ha ido transformándose y revisitando de tiempo en tiempo su repertorio. Ahora está en el periodo de darle una vuelta a canciones como 'En algún lugar' o 'Esos ojos negros', y también a su versión de los Smiths 'Esta luz nunca se apagará'. El próximo viernes, 27 de enero, estará en el Guggenheim cantando esas canciones imborrables de la memoria de tanta gente.
– Ha tocado en bares, salas y pabellones, pero hacerlo en un museo parece algo especial. ¿Cómo lo afronta?
– He tocado en el Reina Sofía, en el directo que suele hacer Radio 3 por el Día de los Museos. Fue un concierto muy tranquilito, en acústico, delante de unas veinte personas. No podías hacer mucho ruido porque tocabas al lado de los cuadros y había que evitar las vibraciones. A Bilbao iremos con toda la artillería, con la banda al completo. Somos seis personas en el escenario y haremos bastante más ruido que en el Reina Sofía. El atrio del Guggenheim, con esa enorme cortina de cristal, impresiona. Le dará un toque distinto, y eso que he tocado en sitios muy raros, hasta en iglesias.
– El concierto forma parte de la gira 'Amigos de guardia', un doble cedé o cuádruple vinilo en el que interpreta su repertorio junto a músicos desde Calamaro y Coque Malla a Izaro y Amaia.
– Precisamente empezamos esa gira en Bilbao, en el Kafe Antzokia. El proyecto de grabación se inició en el 2020 y se fue dilatando por la pandemia. La gira está yendo muy bien. En teoría, se acababa el año pasado y vamos a continuar en este con un segundo tramo.
– Es una reivindicación de su repertorio, de sus 35 años de carrera.
– Bueno, ya son 38. Sí, es una celebración de las canciones que han ido marcando mi trayectoria. Llamé a varios amigos para ver si querían colaborar. Me dijeron que sí y la cosa fue creciendo. Cada uno fue llevando los temas a su terreno. La última persona que se incorporó fue Amaia, la más joven de todo el proyecto. Grabó 'Esos ojos negros', una canción que salió cuando ella no había nacido. Le puso una voz angelical y salió muy bien. Conseguimos un sonido bastante homogéneo en todas las canciones, respetando sus características. A quien no conoce mi discografía, le sería difícil decir de qué época es cada una de ellas
– En su carrera hay muchas etapas, desde el rockabilly-country-pop de Duncan Dhu al de cantautor rock e incluso a algunos experimentos electrónicos.
- Siempre he tratado de mirar hacia adelante, de no repetir esquemas, de no hacer el mismo álbum dos veces. Es algo de lo que más me enorgullece de mi carrera. Nunca he vivido de éxito y eso que con Duncan Dhu lo tuvimos desde el principio, cuando éramos muy jóvenes. Incluso los discos de Duncan son diferentes, aunque entiendo que la gente asocie la banda a 'Cien gaviotas'. que por cierto no he incluido en estos discos. Me gusta hacer cosas que no he hecho, lo que suena incongruente porque estamos hablando de una gira sobre mi trayectoria, que está siendo muy disfrutona. evidentemente, pues la haces una vez en tu vida o dos veces en tu vida, no? Y ahora es el momento.
Festivales sí, pero contados
– Hablando de evolucionar, en su concierto en la Biblioteca de Bidebarrieta en julio de 2020, estrenó unos teclados que le habían llegado a casa el día anterior. Usted es guitarrista y cantante.
– Lo recuerdo. Fue el primer concierto cuando creíamos que salíamos de la pandemia, con la sensación extraña del público con mascarillas y con las enormes ganas de volver a vernos. Probar instrumentos siempre me ha motivado, porque te abren puertas.
–¿Cómo ha visto en sus cuatro décadas de carrera la evolución del negocio musical?
– Yo he conocido todos los escalones. He jugado en Primera División, en la Champions y en Segunda. Hacia 2008-2009 sólo hacía acústicos. Viajaba con mi coche y con la guitarra. Remonté porque me encanta mi trabajo, porque disfruto igual tocando en un bar con una guitarra que en un campo fútbol y porque lo importante es no bajar el nivel artístico ni la intensidad.
– ¿Qué opina del bum de los festivales?
– Pues al principio no me llamaban, ahora me llaman y me hace mucha ilusión. Pero procuro limitarlos, porque si te han visto en un festival hace poco ¿quién va ir a uno de tus conciertos en salas? Y luego que está la pega de que tienes la limitación de tiempo a los 50 minutos o una hora y no puedes ofrecer una actuación completa como te gustaría. También hay cosas positivas. Compartes escenario con gente guay y son muy divertidos.
– Tiene cinco hijos y corre la Behobia-San Sebastián. ¿Cómo se encuentra ahora a nivel modo de vida rockero?
– La música me sigue llenando y sigo comprando vinilos a saco. Hace poco me regalaron un plato nuevo y esto emocionado. Sí, ya soy un padre de familia responsable y tal. Ahora me toca ir a los conciertos con los niños. Ya he estado en uno de One Direction, este año iremos a ver a Harry Styles y mi hija está como loca con Taylor Swift. Estamos buscando entradas para alguna de sus actuaciones por medio mundo. Qué quieres que te diga. Es obvio que nunca les iría a ver por mi cuenta. Pero te lo pasas bien y de todo se aprende.
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