'La Manada' se mira en el espejo del teatro
Kamikaze estrena mañana en Avilés la obra basada en el juicio por la violación en Sanfermines, un reto que aspira a crear conciencia y lanzar una campaña en los institutos
teresa abajo
Jueves, 24 de enero 2019, 00:38
«El día 6 de julio llegamos a Pamplona un amigo mío y yo. Estuvimos buscando un sitio para aparcar...» La historia es bien conocida. ... Mucha gente podría aportar detalles de la violación grupal, citar frases textuales del juicio, quizá haya participado en las protestas por la sentencia de 'La Manada'. ¿Qué aporta, entonces, llevarla al teatro? ¿Hay suficiente perspectiva? El director Miguel del Arco no tiene ninguna duda y por eso la compañía Kamikaze estrena mañana en Avilés la obra 'Jauría', basada en las actas del juicio desarrollado en la Audiencia de Navarra en noviembre de 2017.
«El teatro siempre ha estado en la actualidad. De hecho, nació así», defiende Del Arco. «Los griegos utilizaban los mitos para contarse a sí mismos lo que les estaba ocurriendo». En el espejo del escenario, con una luz más tenue que en la sala de vistas, el caso de 'La Manada' «no solo es una violación atroz. También refleja la permisividad social que se ha dado ante este tipo de agresiones contra las mujeres, la fiesta confundida...» Su objetivo es aprovechar «ese ejercicio de empatía que se produce solo en el teatro, porque en el cine no tienes a las personas de carne y hueso, te falta su respiración», para que los espectadores sientan la indefensión de la chica e indaguen en la conducta de los violadores. También en la manera en que se ha juzgado, con esas «preguntas atroces que buscaban más detalles de la intimidad de la víctima que de los acusados».
«Estoy con la chica desde el principio, no hay ninguna voluntad de equidistancia», añade el director, que envió una carta a la víctima a través de su abogado. «Queríamos que, si le llegaba la noticia, no supusiera ni un minuto de tensión en su cabeza pensar que la íbamos a dejar mal». Cuando ya se habían embarcado en el proyecto, en junio de 2018, se difundió la carta en la que ella agradecía las muestras de solidaridad y terminaba con esta frase: «Contadlo, no os quedéis callados, porque si lo hacéis les estáis dejando ganar a ellos». Se sintieron respaldados en un empeño que desde el principio ha sido polémico. Esta gira es más corta de lo habitual pese al prestigio de Miguel del Arco y de Kamikaze, que ganó el Premio Nacional de Teatro en 2017 precisamente por su osadía. Las «reticencias» que han encontrado en teatros municipales «y el temor a ser censurados por la parte política hablan del momento que vivimos», asume el director. Aunque en las últimas semanas «los miedos se van disipando» y tras pasar por Avilés, Granada y Madrid «hay conversaciones adelantadas y esperamos cerrar con Pamplona, Bilbao, Vitoria...».
«Somos la sociedad que inventó a los donjuanes y eso se nota en nuestras fiestas populares»
Miguel del Arco - Director
Recibieron otro espaldarazo el lunes, en un ensayo al que invitaron a profesores de Secundaria seguido de un coloquio. «Fue interesantísimo, tuve que cortar el debate a las dos horas. Nos decían: 'Gracias por hacer esto, necesitamos herramientas para educar a nuestros alumnos'». Quieren aprovechar la obra, con una guía didáctica que ha escrito Nando López, para lanzar una campaña escolar, porque «cuando una historia se transita desde el lado emocional se avanza más que con mil lecciones».
A la «díficil prueba» de aportar esa «respiración» que solo se encuentra en el teatro se enfrentan María Hervás -nominada al Premio Ercilla por 'Iphigenia en Vallecas'-, Fran Cantos, Alex García, Ignacio Mateos, Martiño Rivas y Raúl Prieto. «María atraviesa un proceso duro física y emocionalmente y sus compañeros tienen que hacer un esfuerzo para no estar con ella». Como actores tienen el mandato de «entender a sus personajes» aunque no los justifiquen. «Para encarnarlos con verosimilitud hay que indagar en las razones de por qué hicieron lo que hicieron».
«Nos da miedo entender algunos comportamientos, preferimos pensar en el mal absoluto»
Jordi Casanovas - Autor
- ¿Y a qué conclusión han llegado?
- Es difícil, como dice la antropóloga Rita Segato, convertir lo que viene siendo una costumbre en un delito. Somos la sociedad que inventó a los donjuanes y ve a este tipo de gañanes que se comportan de una forma determinada como héroes y no como villanos. Eso se nota en nuestras fiestas. Parece que se están produciendo más casos, pero no es por un efecto llamada. Se está dando visibilidad a algo que sucedía con una frecuencia que no queríamos ver.
Un documento en tres actos «sin una palabra de ficción»
Jordi Casanovas, autor de treinta obras, supo que se encontraba ante «material dramático» al leer las crónicas del juicio a 'La Manada'. «Había frases que no aparecían en titulares y de algún modo escondían otras verdades, esos sentidos ocultos que buscamos en el teatro», explica. Por ejemplo, «si estaban convencidos de que no habían hecho nada malo, ¿por qué se fueron sin despedirse y le robaron el móvil?». En la obra «no hay una palabra de ficción». Todo lo que se dice está en las actas y el autor ha ordenado las piezas «con la sensación de hacer un documental». El primer acto es el relato «divergente» de los hechos, el segundo el interrogatorio de la defensa, «con su juego psicológico», y el tercero, el de la fiscal. Casanovas, que ya ha explorado el teatro-documento con 'Ruz-Bárcenas' y 'Port Arthur' (ambientada en Australia y que se representa junto a 'Jauría'), cree que el público saldrá «con una opinión más compleja, con más matices y aristas. Como individuos nos da miedo entender el proceso que explica algunos comportamientos. Preferimos pensar en el mal absoluto, como en las películas de superhéroes».
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