La Malinchoni
Como es un espectáculo que ha estado rodeado de tanta polémica (las denuncias de unos becarios a Nacho Cano, las de otros becarios a la Policía Nacional, la detención del artista como una prolongación escénica…), a uno le acabó entrando curiosidad por el propio musical en sí mismo, por saber si éste se defendía solo, al margen de las defensas o los ataques contaminados de apasionamientos políticos. Esa curiosidad la pude satisfacer hace unos días. 'La Malinche' me parece un loable despliegue escenográfico, musicográfico y coreográfico en el que lo único que no me acabó de convencer fue la parte literaria: el relato, los diálogos y los monólogos. Por el escenario levantado en el recinto ferial de IFEMA, salía un clérigo amanerado que, refiriéndose a la consagración de la Guadalupe como patrona de México, decía cosas como «nos va a quedar una Virgen cojonuda». Salía un Hernán Cortés sucumbiendo a la avaricia del oro hasta la caricatura, unas bromas facilotas y chabacanas sobre el lenguaje inclusivo que le querían dar contemporaneidad al asunto…
No. No voy al trasfondo ideológico, al signo político de las bromas, a los guiños, creo que diseñados para contentar a un público de uno y otro lado. Voy a lo chirriante de la sal gorda, del trazo grueso, del toque choni que tenía ese guion narrativo. Uno es consciente de que el chonismo es un mal nacional y que lo hay de todos los bandos. Hay un chonismo-leninismo de la izquierda y hay un chonismo patriotero de la derecha que produce romancillos repulsivos de rimas facilotas y vídeos de TikTok que a uno le producen tantos sarpullidos como el otro. Hay un chonismo populista y otro populachero.
El chonismo, dosificado con cierta moderación puede tener su puntito de gracia, su saborcillo, cuando se queda en el pop-casticismo de Mecano y de Nacho Cano, pero chirría cuando convierte a La Malinche en La Malinchoni y desmerece un importante trabajo de doce años como es el caso. Con la cantidad de gente del teatro que hay en este país; de buenos autores cómicos y dramáticos que andan sobreviviendo sin el debido apoyo institucional, yo creo que ese espectáculo podía haber contado con un guión más profesional, más pulido, más digno.