Pequeñas editoriales artísticas se exhiben en Bilbao

Su iniciativa recuerda a la de otras presentes en este mercado inusual. «No quería dar mis proyectos a otras empresas y puse en marcha esta firma, al principio destinada a mis proyectos y luego también a ajenos», señala esta ilustradora que, como auténtica mujer orquesta, se encarga de todo el proceso, incluidas cuestiones como la maquetación, la elección del papel o el encuadernado. «Todo lo fabrico aquí y así puedo controlar los acabados», alega y apunta que las obras que aparecen a la venta cubren un amplio espectro de géneros, desde los cuentos a la poesía y el ensayo, a menudo con textos bilingües.

Este cuidado del formato se acompaña de una filosofía especial. Pérez lleva a cabo tiradas de 1.000 ejemplares y todos los volúmenes se venden a 25 euros, a pesar de que los materiales de unos y otros difieren en el precio, y hay papeles de diverso gramaje, incluso transparentes y con brillos incrustados. «Para que el lector elija únicamente en función de sus apetencias», confiesa y señala que la rentabilidad depende de que no se estropeen libros con apariencia de joya. «Hay que educar para que se consuma literatura de otra manera, que sean obras que nos acompañen para siempre».

La celebración de este tipo de encuentros resulta esencial para la burgalesa Mabel Esteban, otra autora que ha desplegado una amplia variedad de productos, desde pines pintados a mano, a serigrafías, libros y piezas de cerámica. «Ni siquiera nos planteamos una distribución en espacios convencionales, aunque algunos nos lo permiten», indica y señala que la forma habitual de distribución, su caballo de batalla, suelen ser tanto las redes sociales como la cartera de clientes habituales.

La plena libertad profesional es la razón que ha conducido a la polaca Nina Izycka hacia la autoedición. Tal y como sucede con sus compañeras el punto de partida fue la ilustración y de ahí ha diversificado su actividad abarcando la confección de fancines, láminas y camisetas. «Partimos de la elaboración de contenidos y de ahí abarcamos todas las facetas e, incluso, colaboramos con editoriales pequeñas que respetan las demandas estéticas de sus autores», indica y alega que, también como ocurre con sus colegas, la accesibilidad es otra seña de identidad. «Creemos que el arte debe estar al alcance de todos», se sincera.