La Feria del Libro de Bilbao toma impulso con autores internacionales y un programa más extenso que nunca

55 años cumple la Feria del Libro, que abrirá mañana sus puertas en El Arenal con un programa más extenso, nutrido y diverso que nunca para convertir Bilbao en un polo literario de primer nivel durante 10 días, y que apela al «espíritu crítico de los libros», más necesario que nunca en tiempos convulsos.

El evento ha recibido este año un nuevo impulso para atraer a la capital vizcaína a todo tipo de autores: internacionales y locales, consagrados y jóvenes, noveles y aspirantes al Nobel, como el rumano Mircea Cãrtãrescu, que suena todos los años en las quinielas de la Academia sueca.

Cãrtãrescu –que vuelva a Bilbao tras pasar por JA! en 2023– ha recibido este jueves el clásico galardón del evento, la Pluma de Plata, junto a otras dos escritoras de reputada trayectoria: Miren Agur Meabe, Premio Nacional de Poesía y referente de la lírica euskaldun, y Dolores Redondo, la autora más destacada del género negro en la actualidad.

Los tres premiados son buen ejemplo del nuevo brío del mayor evento literario anual de la ciudad, que este año cuenta con nuevo socio, Kutxabank, en calidad de patrocinador principal, y que ha creado un segundo galardón, Atea Saria, que distingue en su primer año a dos nombres de primera fila: Eduardo Mendoza, flamante Premio Princesa de Asturias, y Katixa Agirre, una de las voces más influyentes de la literatura vasca.

El organizador del evento anual, Asier Muniategi, ha destacado que la feria abre un nuevo capítulo: «Tenemos un nuevo equipo joven y con ganas, por primera vez estamos en todas las redes sociales y, sobre todo, contamos con la buena voluntad detodos los escritores que este año se han puesto a nuestra disposición».

Por su parte, Dolores Redondo, al recibir el galardón se ha acordado de este periódico, que fue el primer medio que le dedicó una portada, allá por 2013, cuando acababa de lanzar la primera parte de la 'Trilogía del Baztán', que poco más tarde se convirtió en un auténtico fenómeno editorial. «Debo mucho a Bilbao, empezando por EL CORREO, que me dedicó una portada ya mítica en mi carrera y que fue una apuesta total del área de Cultura del periódico por mi trabajo», ha agradecido.

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