«Soy feliz siendo delfín», confiesa Kirmen Uribe
Presenta su novela 'Izurdeen aurreko bizitza', escrita a partir de una leyenda recogida por Barandiaran y con la influencia del pasado como tema de fondo
Kirmen Uribe ha venido siempre a la Azoka: primero de la mano de sus padres, «cuando la de la iglesia»; después, con el grupo de ... amigos lectores de la ikastola», en el recinto viejo; y ya cuando comenzó a escribir, pasando al otro lado de los stands y siendo él quien firmaba los libros. «Me llena de alegría venir siempre. Cuando venía como lector, para ver a los escritores y los músicos, para comprar cosas; y ya como autor, para disfrutar del ambiente y de la posibilidad de hablar con los lectores», sonríe.
Uribe llega desde Nueva York, donde vive desde hace tres años, para presentar el original en euskera de su última novela, 'Izurdeen aurreko bizitza' (Susa), que se publicará en castellano y catalán en Seix Barral en marzo.
Ayer firmaba por la tarde, pero se metió en el stand a media mañana. Es de los que aprovecha que la entrada es con reserva previa para sacar la parte positiva de otro año marcado por la pandemia.
Enamorarse de las lamias
«Es un hándicap que vaya a venir menos gente, y eso a las editoriales les viene mal porque aquí se vende mucho y se hacen muchos contactos, pero a mí, que soy optimista, me permitirá establecer una relación de calidad con el lector. Se podrá hablar con ellos, que eso antes no era posible», explica. El cara a cara con el lector es «como ponerse delante del espejo, es verte a ti mismo desde fuera».
'Izurdeen aurreko bizitza', que toma el título de la leyenda que registró Aita Barandiaran sobre las personas que acabaron convertidas en delfines por enamorarse de las lamias («no sé si fue castigo o premio», se ríe), hace referencia a «que cualquier decisión que tomamos nos marca mucho, como ir a vivir a otro país. Cambias como persona, cambia la visión que tienes de Euskadi, cambia tu relación con tu pasado. Es una novela sobre transformaciones, el peso de las decisiones y cómo el pasado, aunque vayas a otro país, va contigo».
Es su libro «con tres partes, tres voces y tres estructuras diferentes». El autor habla de otras personas y de sí mismo, de su pasado, de recuerdos de infancia. «Hay una especie de reencuentro con mi pasado. La novela tiene ese halo: hay cosas duras al principio y luego uno se va reconciliando». Vivir en Nueva York lo ha hecho posible. «Yo soy feliz siendo delfín», se ríe, hablando de esa transformación que ha vivido.
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