Paso esperanzador
Lógico que el nuevo capítulo de la Feria del Libro de Bilbao presagie la esperanza de un certamen más amplio e importante, con mayor influencia ... entre la sociedad lectora y hasta con una mayor presencia de firmas reconocidas en el universo literario. Piénsese que si Euskadi ocupa la segunda posición entre las comunidades autónomas con mayor porcentaje de lectores habituales -cuatro puntos más que la media española-, tiene entonces sentido que la feria aspire a convertirse no solo en un notable certamen cultural y comercial, sino también en la fiesta principal del universo editorial del norte de España.
El momento para ello es propicio, habida cuenta también de los buenos resultados de la industria editorial en 2024 y de la incorporación de un nuevo socio como patrocinador, Kutxabank, que aporta al certamen una mayor dimensión y capacidad organizativa. Además, el hecho de que la feria bilbaína coincida parcialmente con la de Madrid podría aportarle una mayor presencia de escritores en gira de promoción, algo que siempre supone un estímulo para los visitantes y las ventas.
Sea como fuese, la 55 edición de la feria bilbaína logra un acertado equilibrio entre su objetivo cultural de promocionar la lectura, el de promover la obra de autores locales y el de hacer crecer las ventas, esto último en lógica consonancia con su carácter mercantil. La mayor extensión de su programa, la presencia de autores como Dolores Redondo, Eduardo Mendoza o Juan José Millás, entre otros; y el mantenimiento de su atención a la literatura y la poesía local convierten a la presente edición en un paso nuevo y esperanzador en la historia de esta popular feria del libro.
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