«Habrá un efecto bumerán y la cultura volverá con más fuerza», dice Vicente Molina Foix
Vicente Molina Foix habló ayer con María Eugenia Salaverri, presidenta de la Asociación de Escritores de Euskadi, sobre cómo es posible vivir de la cultura», ... un oficio con el que «salvo excepciones, uno no se hace rico». Nunca ha sido fácil y ahora es un desafío, aunque siempre hay gente que ve a los artistas como cazadores de subvenciones. «El gran arte en Francia, Alemania e Inglaterra se ha hecho con subvenciones porque el Estado entiende que es un bien que alcanza a la comunidad, produce algo. Nos ha civilizado, nos ha abierto los ojos, nos hace reír y llorar», dice. «Son nociones que ahora cobran aún más sentido».
Los españoles «somos muy desconfiados», pero en esa actitud «hay una razón de tipo educativo. Yo viví muchos años en Inglaterra, ibas a ver una obra de Shakespeare y estaba llena de niños. No se puede enseñar a ser artista, pero sí a apreciar y valorar el arte, tiene que ser desde la escuela. Y ahí hemos perdido años, generaciones», lamenta.
A lo largo de la Historia «ha habido que armonizar la libertad y el talento con una forma de producción. Antes eran los reyes, los nobles y los papas los que protegían las artes, luego interviene la sociedad. Y en este momento de gran preocupación, tenemos que hacer un esfuerzo todos. Las instituciones deben asumir que es un bien para la sociedad, pero la comunión con el público es fundamental».
Molina Foix se declara «optimista». Apasionado amante del cine, no ve obstáculos insalvables para las salas. «Yo soy poco de plataformas pero me parece bien que existan, somos muchos en la Tierra. Hay que resistir. La pandemia pasará y creo que habrá una especie de efecto bumerán, la cultura volverá con más fuerza. Tendremos ganas de ir al cine, a los teatros...». Quizá por ese talante, durante el confinamiento escribió una obra de teatro, «una comedia a partir de la tragedia. Fue como un exorcismo».
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