«En Japón hay personas que hablan euskera perfectamente»
Fascinado por Euskadi, lleva años viniendo a la Azoka, a la que ha dedicado un estudio que analiza su labor en la recuperación del euskera
El sábado por la mañana, la presidenta de Gerediaga, Nerea Mujika, se encontró temprano con el profesor Hisao Ishii y le dijo que estaba deseando ... escucharle al día siguiente, que estaban expectantes por ver su trabajo. Y es que el último día de la feria comenzó con la presentación del estudio sobre la Durangoko Azoka y la cultura vasca realizado por este geógrafo y profesor universitario japonés, que empezó a interesarse por Euskadi y por el euskera cuando era un estudiante de español en Salamanca, en los años 90.
Ishii ya vino entonces alguna vez, fascinado por un paisaje y una cultura «tan diferentes» a todo lo que había visto en España. Con el tiempo, se interesó por cómo se recupera una lengua «en un mundo en el que lo que se ve es cómo cada poco tiempo desaparece una». En su país, existen algunas lenguas a punto de morir. Lleva años acercándose a la Azoka y promete seguir asistiendo a la feria mientras le sigan invitando. Lo dice riéndose, en plan pícaro.
A Mujika la conoció mientras estudiaba la toponimia en euskera, el cambio de denominaciones oficiales de los lugares en Euskadi y Navarra y la recuperación de términos utilizados hace mucho tiempo. La Azoka, como explica en su estudio 'Recurso étnico y revitalización regional en festival cultural', sirve para analizar la relación entre grupo étnico y región, para ir más allá de la concepción de lo étnico solo como reclamo turístico, para indagar sobre el perfil de quienes van cada año a comprar y a disfrutar de la feria.
Una cultura viva
Este estudio sobre un caso de éxito cultural como la Azoka fue publicado en japonés en la revista de la academia de geografía 'Geographical Space' el año pasado. La pregunta es, viéndolo desde aquí, qué les resulta tan interesante a sus colegas. «Que en el extremo oriente de Eurasia, justo al otro lado de donde estamos nosotros, exista una cultura tan peculiar y tan viva. En mi país hay personas que hablan euskera perfectamente y otras bien. El mío es fatal», se ríe. Son dos lenguas, el euskera y el japonés, que no tienen nada que ver aunque sí, explica, comparten un cierto ritmo al hablar y sonidos parecidos (aunque signifiquen cosas distintas en cada idioma). «Algunas palabras coinciden, pero semánticamente no tienen nada que ver».
- ¿Cree que el japonés también se puede ver amenazado por la idea del inglés como una lengua franca?
- No, en Japón muy pocos hablan inglés. Son dos lenguas tan distintas que es muy costosa de aprender para nosotros. Los japoneses viven en su mundo.
- Dándole la vuelta a la pregunta, ¿hay alguna lengua en riesgo por el avance del japonés?
- Sí, varias. El ainu, por ejemplo. Es de una tribu del norte y hoy la hablan solo unas cien personas. Es muy distinta del japonés, también se hablaba en regiones de Rusia y Putin ya ha hecho alguna mención a esto, da un poco de miedo. Creo que, con tan pocos hablantes, ya es tarde para intentar recuperarla.
En busca de una traductora japonés-euskera
Aunque Hisao Ishii habla castellano bien, como para hacerse entender por el público, en la Azoka prefirieron ayer invitarle a hablar en japonés y contar con una persona que lo tradujera directamente al euskera. La elegida fue la profesora de la Universidad de Navarra Keiko Suzuki, que llegó por primera vez a Pamplona en los 90 para estudiar Filología Hispánica en Universidad de Navarra. Terminó quedándose allí, casada con un navarro y aprendiendo euskera tras el nacimiento de sus hijas. Hace años presentó en la Azoka el libro 'Maitasunezko oihua, munduaren erdian', traducido del japonés junto a Inma Errea.
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