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Taylor Swift. AFP
Opinión

Swiftmanía

Confieso que el arrollador poder de convocatoria de Taylor Swift, su facilidad para llenar en dos días consecutivos el estadio Bernabeu es un fenómeno que ... me resulta tan ajeno e incomprensible como la incansable comitiva que seguía al extemporáneo senador Onésimo Sánchez por los andurriales mágico-realistas y polvorientos de algunas páginas de García Márquez. No soy capaz de distinguir las diferencias entre una y otra de las anodinas melodías de esa cantante norteamericana. No entiendo el furor que despierta una simple escenografía por espectacular que sea en las luces y los efectos especiales. Pero he logrado deducir que el irresistible gancho que tiene para la gentecilla joven es eminentemente literario y narrativo. Reside en las letras de sus canciones, y en que éstas cuentan la historia privada, carente de radicalidad y malditismo, de esa estrella del pop que opone a la agresividad típica del rock and roll su lírica tranquila y procedente del country.

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Taylor Swift habla en ese letras de parejas que la engañaron o la decepcionaron; que la dejaron a ella o a las que ella dejó. Su álbum musical es una biografía sentimental. Taylor Swift no lleva crestas punkis ni rastas ni cueros ni candados en la nariz. Cuenta su vida normalita y habla de 'eras' para referirse a las distintas etapas de ésta, a la vez que fomenta una industria de 'pulseras de la amistad' hechas con cuentas de colorines que han creado moda y hacen alusión a sus canciones, a las 'eras' citadas de su existencia simplicia y al amable mundo referencial que ella maneja. La hazaña que puede atribuirse Taylor Swift es la de haber convertido a una generación de veinteañeros que antes iban de contestatarios y malotes en buenecitos tirando a cursis, a los que andar intercambiándose esas dichosas pulseritas les hace sentirse más felices, más integrados, más 'swifties'.

La swiftmanía es un fenómeno literario, como digo. Es alguien contándose a sí mismo una historia ajena que hace propia y que acaba bien. Es una mutación generacional que anda entre el intercambio de cromos colegial y la filosofía del manual de autoayuda. El swiftie es la sustitución de la estética marginal y disfuncional por el buen rollito.

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