El imprescindible humor ante la vida de Philippe Lançon
El periodista, escritor y superviviente del atentado a Charlie Hebdo reivindica la libertad de expresión a su paso por Bilbao
raluca vlad
Domingo, 10 de octubre 2021, 00:53
«Necesito sentirme ligero en un mundo que no me lo permite», confiesa Philippe Lançon, superviviente del ataque terrorista a la sede del semanario satírico ... Charlie Hebdo perpetrado en 2015. Para el periodista, «el humor es como respirar, es una necesidad del ser humano, sobre todo cuando aumentan las angustias. El humor da sentido a la vida frente a los horrores que se enfrentan en ella porque no solo permite enfrentarlos, sino verlos bajo otro ángulo que tiene que ver con la libertad de pensamiento. Un hombre angustiado es un hombre encerrado en sí mismo y el humor le permite salir de esta cárcel». Es la única llave posible a ojos de Lançon.
Lo dejaba bien claro antes de hablar sobre el horror y el humor con el periodista de EL CORREO César Coca en la Sala Filarmónica, como parte de la programación del XII Festival de Literatura y Arte con Humor de Bilbao Ja!. Lançon se identifica, por su edad y profesión, con «un viejo libertario que sabe perfectamente que hay inconvenientes en la libertad de expresión, que muchas personas la utilizan de manera sucia para dañar a cierta gente, y acepta esos inconvenientes frente al inconveniente del silencio». Tanto antes como después del atentado, que fue «una cosa tan fea, tan triste y horrible», el humor fue la elección natural e ineludible para afrontar la vida, el ridículo escogido por decisión propia, muy al contrario de lo que mostraron los dos atacantes de Hebdo, desconocidos para el escritor. Estos, «muchas veces, no todos, son almas vacías que, como muchas veces pasa con el vacío, se llenan de odio. El vacío del alma y del espíritu es un gran enemigo de la vida, pero también del humor porque el vacío da terror. Pienso que esa gente sobre todo tiene miedo. Y el miedo lo cambian por Kalashnikov, el miedo no solo lastima y mata, sino que llena todavía más el vacío pero con sangre y gritos».
Actualmente es difícil llenar ese vacío con humor por parte de los escritores porque las propias angustias sociales, económicas, climáticas, terroristas, entre otras, se encargan de colocar a los redactores en la línea de defensa contra la miseria social y la injusticia, vieja postura de una parte de la literatura. Es precisamente ese estado de lucha el que apacigua el humor, si bien España cuenta con un historial ejemplar a la hora de crear humor, según apunta el escritor francés.
«España ha sido una gran fuente de humor, sobre todo del negro. Es algo que viene del corazón y es importante que exista»
Buñuel y Gómez de la Serna
Lançon aprecia el humor sarcástico y ocasionalmente frío de Luis Buñuel, cineasta que retrató distintas preocupaciones de su época, sobre todo en lo referente a la religión, y el de Gómez de la Serna, con sus juegos de palabras vinculados a la muerte. Del primero cabe señalar como «lo más profundo de su obra, el baile que hacía con la muerte y, precisamente cuando se acerca la muerte, y aquí en España hay muchos escritores y creadores que lo saben, es cuando más se necesita el humor. Por eso, hablar del humor en España, es hablar del humor en un país que fue una gran fuente del humor y, sobre todo, del humor negro. Hay que entender que hay algo existencial en el humor de esta fuerza, es algo que realmente permite vivir, es algo que viene de lejos, viene del corazón y es muy importante que exista». El ultraderechista francés Éric Zemmour es un ejemplo del porqué. Su fama no es nueva ni tampoco lo es su mensaje.
«El huevo existía y la gallina mediática lo ha incubado. Esta gallina, de televisión sobre todo, lo hizo crecer pero el huevo ya existía y eso significa algo, qué significa es otra historia. Hay quienes dicen que significa lo que Trump en Estados Unidos, en el sentido de que mucha gente en la sociedad tiene la impresión de que no se pueden decir ciertas cosas hasta que aparece un personaje como este, que dice todos los horrores que los demás creen que no pueden decir en el espacio público. Por eso la prohibición de la palabra tiene más inconvenientes que ventajas. Si estás en un salón monótono y de repente entra un personaje que dice horrores, todo el mundo lo escucha, es un problema de aburrimiento y de energía. Zemmour lo entendió perfectamente. No quiero que en este mundo el humor lo dejemos a gente como él, sería terrible. Él sí tiene humor, un humor racista, contra los musulmanes… Y si los demás no tienen ningún tipo de humor, él tiene una ventaja tremenda», advierte Lançon.
Programa para hoy
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18.00 horas. Sala Filarmónica. Espectáculo Kar kar festa (Loraldia).
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19.30. 'La vida es un cabaret'. Charla entre Bob Pop, Maruja Torres y Edu Galán.
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Todas las actividades son de acceso gratuito hasta completar aforo. Más información en la web del festival.
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