El Guggenheim de Urdaibai solo abrirá «ciertos meses» al año

La Diputación de Bizkaia ha contratado a un equipo internacional «de prestigio» para que siente las bases arquitectónicas, medioambientales y paisajísticas para la ejecución del Guggenheim de Urdaibai, el gran proyecto cultural que la institución foral va a tener sobre la mesa los próximos años. «Vale más de lo que cuesta», ha dicho Unai Rementeria.

El plan es construir un museo en un área rebosante de naturaleza. Maridar la marca Guggenheim con los encantos de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Arte y playas. Cuadros y paisajes. Un museo con dos sedes separadas (Gernika y Murueta) unidas por una senda ecológica de cinco kilómetros de recorrido. Una propuesta diseñada para atraer a 140.000 visitantes al año y para revitalizar la economía de una comarca que en su día vivió una época dorada de su industria cubertera, sus astilleros y fábricas de armas. Un brillo que se ha ido apagando poco a poco y que ha disparado la tasa de paro en este rincón de Bizkaia.

Durante su intervención en el pleno de Política General, el diputado general ha anunciado que los pliegos para reformar las dos futuras sedes de la pinacoteca, el edificio Dalia en Gernika y los astilleros Murueta en Sukarrieta, estarán listos en cinco meses, a comienzos de 2023, y que serán reconvertidos en centros «icónicos». Rementeria también ha desvelado las primeras particularidades que tendrá el nuevo museo: solo estará abierto «ciertos meses» al año y el número de visitantes estará «limitado».

Además, ha insistido en el convenio de colaboración con el Gobierno vasco que permitirá llegar a las futuras sedes en Eusko Tren, y en la necesidad de que el compromiso adquirido por el Ejecutivo central se concrete en términos económicos. Moncloa se ha comprometido a aportar 40 millones de euros.

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