El Gobierno vasco considera «fantástico» el Guggenheim de Urdaibai dentro de un plan para la comarca
Zupiria pide a los ayuntamientos que destinen más presupuesto a la cultura tras constatar el «descenso» de las inversiones en los últimos años
El consejero Bingen Zupiria ha comparecido este viernes en el Parlamento vasco para presentar el Plan Estratégico de Cultura hasta 2028, que destaca la dimensión ... económica del sector y apuesta por situarlo en el centro de la política institucional. Pese al contenido genérico de la propuesta, que solo hace referencia a «establecer las bases» del Guggenheim de Urdaibai, este tema ha salido a relucir en el debate. En el turno de réplica tras las intervenciones de los grupos, Zupiria lo ha calificado como «un proyecto fantástico» que podría tener un potencial similar al del museo bilbaíno, siempre dentro de «un plan general para la comarca» en el que se impliquen todas las instituciones.
«Si nuestro país fue capaz de crear una referencia internacional con la definición y construcción del proyecto Guggenheim en Bilbao hace 25 años, y convertir ese elemento cultural en un tractor para la recuperación y la regeneración urbana de todo lo que rodea la ría, creo que sería estupendo que también fuera capaz de identificar y definir un proyecto que fuera capaz de juntar todos los aspectos que hacen de Urdaibai un lugar relevante», afirmó el consejero de Cultura. Sus palabras sonaron más entusiastas que en otras ocasiones, como cuando lo dejó fuera del presupuesto de su departamento para 2023 «por no estar suficientemente desarrollado» pese a pedir al Gobierno central a través de enmiendas la aportación de 25 millones.
Lo que sí dejó claro es que «hay que englobarlo dentro de una propuesta general para la comarca» en la que deberían participar «todas las instituciones implicadas, cada una desde su ámbito competencial o desde su ámbito de responsabilidad». Este llamamiento cobra especial significado tras las últimas elecciones, que han reforzado el poder de EH Bildu en la comarca al sumar las alcaldías de Bermeo, Mundaka y Lekeitio a las que ya tenía en Ondarroa y Bakio. El pacto del PNV con Gorroño en Gernika ha impedido a la coalición soberanista, la fuerza más votada, empuñar la makila.
En el reparto de cuotas de responsabilidad, el consejero ha puesto en primer plano a la Diputación, la institución que lidera un proyecto al que ha destinado ya 40 millones de euros. El Gobierno foral «tiene las competencias y los medios necesarios» para impulsarlo, subrayó Zupiria. La aportación del Gobierno vasco se concretaría, según dijo, en actuaciones que contribuyan al desarrollo de la comarca de Urdaibai en materia de transporte –con mejoras del acceso por medios ferroviarios– infraestructuras de saneamiento y abastecimiento y otras actuaciones relacionadas con el medio ambiente. También son necesarias medidas de desarrollo económico y creación de empleo, de forma «sostenible» y respetuosa con el entorno natural.
A los ayuntamientos les ha hecho una petición de carácter general tras constatar el «descenso» que se ha producido en los últimos años en las inversiones destinadas a la cultura, «especialmente» en el ámbito municipal. El consejero ha anunciado su intención de promover la colaboración con las corporaciones surgidas de las últimas elecciones, «que son de todos los colores», para «para recuperar la presencia de la cultura en los presupuestos».
Posturas de la oposición
En la oposición, Josu Estarrona (EH Bildu) ha subrayado la necesidad de dejar atrás la actitud «autodefensiva» de los últimos años frente a la cultura vasca y en euskera, «una lengua minorizada», y pide una «reflexión profunda», ya que no ve avances en el plan. Gustavo Angulo, de Elkarrekin Podemos, cree que «quiere dar continuidad a las políticas culturales que se vienen aplicando desde 2017, algunas ya superadas». Carmelo Barrio, del PP, echa de menos la creación de «estímulos y hábitats culturales» por parte de las administraciones públicas, «desde el respeto a la libertad del artista». Y Amaia Martínez, del Grupo Mixto-Vox, critica que se pretenda utilizar la cultura «como vehículo de transmisión ideológica».
En cuanto a los partidos que apoyan al Gobierno vasco, la jeltzale Irune Zuloaga sostiene que el Plan Estratégico de Cultura es «realista y factible» e implica «una gran responsabilidad» para el Ejecutivo por la apuesta de «dar centralidad a la cultura». El socialista Alberto Alonso defiende la «multiculturalidad» y rechaza que cultura vasca y cultura en euskera sean «sinónimos», dado que también se produce cultura vasca en castellano, si bien reconoce que las manifestaciones culturales en lenguas minoritarias, como la vasca, requieren de una especial protección.
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