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El Consejo de Ministros ha aprobado la mañana de este martes, en su última sesión antes del inicio de la campaña electoral, una subvención de 40 millones que lanza definitivamente el proyecto del Guggenheim de Urdaibai. «Se va a hacer sí o sí», había garantizado ... en mayo la futura diputada general, Elixabete Etxanobe. A ese plan se suma ahora el Gobierno central inyectando una partida que permite cubrir casi un tercio del coste de los trabajos -130 millones-. Se destinará a preparar los entornos naturales en los que se levantarán las dos sedes de la futura pinacoteca, en Gernika y Murueta, y a mejorar las conexiones con esas zonas creando nuevos tramos de carril bici y sendas peatonales.
Concretamente, la partida está dirigida a descontaminar 63.000 metros cuadrados de terreno, los 21.000 que ocupa la antigua fábrica Dalia en Gernika, y los 42.000 sobre los que se asientan los Astilleros de Murueta. Ambas construcciones serán derruidas antes de la revisión de las parcelas y su restauración como zonas verdes y ajardinadas. También se instalarán estacionamientos para bicicletas y se ampliara la red de bidegorris del entorno. Se renovará el trazado entre Dalia y Murueta, se extenderá hasta la carretera BI-2235 y se hará un nuevo tramo hacia Forua. También se mejorará la senda peatonal que llega a la zona con otros 400 metros de recorrido. El plazo fijado para ejecutar todas las obras es de seis años.
El Ministerio para la Transición Ecológica ya preveía en sus cuentas para este año destinar 14,67 millones a «actuaciones singulares de desarrollo sostenible» en la reserva de la biosfera. No se trata de una inversión directa, sino de un compromiso para restar la citada cantidad del Cupo que aportará este año el Ejecutivo vizcaíno al Estado. Esa previsión económica se revisa ahora con una subvención directa. Es fruto de la negociación para la aprobación de los Presupuestos Generales que mantuvo el PNV con el Gobierno central el pasado noviembre. El portavoz jeltzale en el Congreso la pasada legislatura y 'número uno' por Bizkaia el 23-J, Aitor Esteban, se ha declarado hoy «satisfecho» por unas negociaciones «que se han alargado hasta ahora».
El camino para la construcción del nuevo museo se allana definitivamente con el paso de hoy. Es cierto que los trámites burocráticos previos tienen una complejidad considerable debido a la singularidad del entorno y su especial protección, que implican a un sinfín de administraciones y al patronato de Urdaibai, pero el proyecto empieza a coger velocidad. A comienzos de año la Diputación ya anunció que reservaba 40 millones de su Presupuesto para destinarlos al museo «cuando fuera necesario», e incluso abrió la puerta a aportar más si el resto de administraciones no se implicaban. El aún diputado general Unai Rementeria fue el que reactivó el proyecto cultural hace dos años, después de una década guardado en un cajón, y cierra su etapa con la definitiva adhesión de Madrid. El de hoy ha sido su último Consejo de Gobierno.
La subvención del Gobierno central será gestionada por la Diputación merced a un convenio de colaboración que ambas instituciones también han rubricado hoy en sus respectivas reuniones. Una situación que aboca ahora a posicionarse al Ejecutivo vasco, la tercera administración que, todo hace indicar, se implicará en la financiación de la nueva pinacoteca, que se plantea como una «ampliación discontinua» del Guggenheim de Bilbao.
Lakua mantiene una relación de altibajos con el proyecto. Lo incluye en la previsión de actuaciones del Departamento de Cultura para el próximo lustro, pero también ha advertido de que es una obra compleja, principalmente por su componente burocrático. Hace apenas unos días, el consejero del ramo, Bingen Zupiria, consideró «fantástico» el plan para ejecutar una nueva pinacoteca siempre que se englobe dentro de un plan para toda la comarca.
En principio, esa es la idea. La Diputación se imagina el Guggenheim de Urdaibai como un proyecto tractor para la zona. Sus primeros cálculos auguran la creación de 690 empleos, la mayoría indirectos, y un impacto económico en la zona de 39 millones anuales. De momento, lo que se sabe, es que las futuras instalaciones tendrán, aparte de la zona expositiva, al menos dos zonas de restauración y un gran espacio de congresos. También ofrecerá residencias a artistas y les ofrecerá zonas de trabajo. Queda por aclarar, entre otras muchas cosas, el calendario de la nueva infraestructura. Hace unos meses Rementeria reconoció que abrirá solo ciertos meses al año y que su aforo será limitado. Una de las razones es limitar el impacto en un entorno protegido en el que se debe integrar toda la infraestructura.
¿Cómo se hará eso? Está por ver. Hace apenas unas semanas el estudio de aquitectura Cooper Robertson remitió a la Diputación las líneas generales de lo que debe ser el nuevo museo bisede. La firma neoyorquina es desde hace años la que marca el camino a seguir para todas las ampliaciones del Guggenheim a nivel mundial. Su primer estudio permitirá durante los próximos meses al Gobierno foral convocar un concurso de ideas para dar forma a la pinacoteca.
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