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Un genio a la mesa

Leonardo no tenía experiencia en murales pero pintó uno de los más trascendentes de la Historia del Arte

Viernes, 26 de abril 2019, 16:40

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A los 46 años. ‘La última cena’ afianzó el prestigio artístico de Leonardo. A partir de su éxito pudo permitirse cierto grado de lujo y, sobre todo, tener tiempo para investigar en campos dispares. Su interés por la anatomía, la hidráulica o las razones para que el cielo sea azul se refleja en miles de páginas manuscritas.

A los 46 años. ‘La última cena’ afianzó el prestigio artístico de Leonardo. A partir de su éxito pudo permitirse cierto grado de lujo y, sobre todo, tener tiempo para investigar en campos dispares. Su interés por la anatomía, la hidráulica o las razones para que el cielo sea azul se refleja en miles de páginas manuscritas.
A los 46 años. ‘La última cena’ afianzó el prestigio artístico de Leonardo. A partir de su éxito pudo permitirse cierto grado de lujo y, sobre todo, tener tiempo para investigar en campos dispares. Su interés por la anatomía, la hidráulica o las razones para que el cielo sea azul se refleja en miles de páginas manuscritas.

Control de daños. A lo largo de cinco siglos las restauraciones sucesivas tampoco han sido de gran ayuda. Algunas causaron más daño que beneficio, ocultando lo que quedaba de Leonardo. La última fue en el siglo XX y se prolongó 20 años dedicados a limpiar y preservar la pintura original.

Control de daños. A lo largo de cinco siglos las restauraciones sucesivas tampoco han sido de gran ayuda. Algunas causaron más daño que beneficio, ocultando lo que quedaba de Leonardo. La última fue en el siglo XX y se prolongó 20 años dedicados a limpiar y preservar la pintura original.
Control de daños. A lo largo de cinco siglos las restauraciones sucesivas tampoco han sido de gran ayuda. Algunas causaron más daño que beneficio, ocultando lo que quedaba de Leonardo. La última fue en el siglo XX y se prolongó 20 años dedicados a limpiar y preservar la pintura original.

Siempre misterio. Ha dado lugar a innumerables teorías. Desde la identificación de San Juan con María Magdalena a mensajes sobre el Santo Grial, una partitura escondida en el ritmo de las manos de los apóstoles y una predicción ‘matemática y astrológica’ sobre el fin del mundo, una inundación apocalíptica que tendría lugar entre marzo y noviembre del año 4006.

Siempre misterio. Ha dado lugar a innumerables teorías. Desde la identificación de San Juan con María Magdalena a mensajes sobre el Santo Grial, una partitura escondida en el ritmo de las manos de los apóstoles y una predicción ‘matemática y astrológica’ sobre el fin del mundo, una inundación apocalíptica que tendría lugar entre marzo y noviembre del año 4006.
Siempre misterio. Ha dado lugar a innumerables teorías. Desde la identificación de San Juan con María Magdalena a mensajes sobre el Santo Grial, una partitura escondida en el ritmo de las manos de los apóstoles y una predicción ‘matemática y astrológica’ sobre el fin del mundo, una inundación apocalíptica que tendría lugar entre marzo y noviembre del año 4006.

Extraña prioridad. A mediados del s. XVII se reformó el convento. Suena a sacrilegio, pero alguien cogió un martillo y redujo a cascotes parte de la mesa y los pies de Jesucristo con el fin de abrir una puerta. La imagen de la derecha es de la copia de Giampetrino, realizada antes de que la pintura original se deteriorara.

Extraña prioridad. A mediados del s. XVII se reformó el convento. Suena a sacrilegio, pero alguien cogió un martillo y redujo a cascotes parte de la mesa y los pies de Jesucristo con el fin de abrir una puerta. La imagen de la derecha es de la copia de Giampetrino, realizada antes de que la pintura original se deteriorara.
Extraña prioridad. A mediados del s. XVII se reformó el convento. Suena a sacrilegio, pero alguien cogió un martillo y redujo a cascotes parte de la mesa y los pies de Jesucristo con el fin de abrir una puerta. La imagen de la derecha es de la copia de Giampetrino, realizada antes de que la pintura original se deteriorara.

Gastronomía de época. Un plato con anguila y naranja recuerda a los ‘remojones’ andaluces y las ensaladas árabes de pescado y cítricos. La anguila suena poco bíblica pero era habitual en muchas recetas de la época de Leonardo. Entre sus apuntes quedó una lista de la compra que incluye ese pescado además de albaricoques y pan con pimienta.

Gastronomía de época. Un plato con anguila y naranja recuerda a los ‘remojones’ andaluces y las ensaladas árabes de pescado y cítricos. La anguila suena poco bíblica pero era habitual en muchas recetas de la época de Leonardo. Entre sus apuntes quedó una lista de la compra que incluye ese pescado además de albaricoques y pan con pimienta.
Gastronomía de época. Un plato con anguila y naranja recuerda a los ‘remojones’ andaluces y las ensaladas árabes de pescado y cítricos. La anguila suena poco bíblica pero era habitual en muchas recetas de la época de Leonardo. Entre sus apuntes quedó una lista de la compra que incluye ese pescado además de albaricoques y pan con pimienta.

Paisaje ‘Sfumato’. Aunque había nacido en Toscana, Leonardo se identificaba más con el paisaje lombardo. En lugar del sol y las sombras netas hace suyas las brumas de Milán y la luz difusa presente en casi todos los paisajes imaginarios que sirven de fondo a sus pinturas.

Paisaje ‘Sfumato’. Aunque había nacido en Toscana, Leonardo se identificaba más con el paisaje lombardo. En lugar del sol y las sombras netas hace suyas las brumas de Milán y la luz difusa presente en casi todos los paisajes imaginarios que sirven de fondo a sus pinturas.
Paisaje ‘Sfumato’. Aunque había nacido en Toscana, Leonardo se identificaba más con el paisaje lombardo. En lugar del sol y las sombras netas hace suyas las brumas de Milán y la luz difusa presente en casi todos los paisajes imaginarios que sirven de fondo a sus pinturas.

Arte en guerra. Durante la Segunda Guerra Mundial el convento fue bombardeado. Como consecuencia, el mural quedó a la intemperie durante meses, cubierto solo por una lona. Antes ya había sufrido invasiones y, a veces, servido de establo mientras algunos soldados se distraían tirando piedras a los apóstoles.

Arte en guerra. Durante la Segunda Guerra Mundial el convento fue bombardeado. Como consecuencia, el mural quedó a la intemperie durante meses, cubierto solo por una lona. Antes ya había sufrido invasiones y, a veces, servido de establo mientras algunos soldados se distraían tirando piedras a los apóstoles.
Arte en guerra. Durante la Segunda Guerra Mundial el convento fue bombardeado. Como consecuencia, el mural quedó a la intemperie durante meses, cubierto solo por una lona. Antes ya había sufrido invasiones y, a veces, servido de establo mientras algunos soldados se distraían tirando piedras a los apóstoles.

Cuidado con la sal. Junto a la figura de Judas Iscariote hay un salero derramado, signo de mala suerte tanto por el alto valor de la sal en el pasado como por su importancia en antiguos ritos en torno a la hospitalidad. Rechazar la sal o arrojarla sobre la mesa, aunque fuese por descuido, era una ofensa al anfitrión.

Cuidado con la sal. Junto a la figura de Judas Iscariote hay un salero derramado, signo de mala suerte tanto por el alto valor de la sal en el pasado como por su importancia en antiguos ritos en torno a la hospitalidad. Rechazar la sal o arrojarla sobre la mesa, aunque fuese por descuido, era una ofensa al anfitrión.
Cuidado con la sal. Junto a la figura de Judas Iscariote hay un salero derramado, signo de mala suerte tanto por el alto valor de la sal en el pasado como por su importancia en antiguos ritos en torno a la hospitalidad. Rechazar la sal o arrojarla sobre la mesa, aunque fuese por descuido, era una ofensa al anfitrión.

Geometría religiosa. La figura central de Jesús forma un triángulo equilátero perfecto, símbolo de la Trinidad. A excepción de dos, las miradas de los apóstoles convergen sobre él, que permanece aislado mientras los demás se dividen en cuatro grupos de tres, auténticos estudios sobre fisonomía y gestualidad.

Geometría religiosa. La figura central de Jesús forma un triángulo equilátero perfecto, símbolo de la Trinidad. A excepción de dos, las miradas de los apóstoles convergen sobre él, que permanece aislado mientras los demás se dividen en cuatro grupos de tres, auténticos estudios sobre fisonomía y gestualidad.
Geometría religiosa. La figura central de Jesús forma un triángulo equilátero perfecto, símbolo de la Trinidad. A excepción de dos, las miradas de los apóstoles convergen sobre él, que permanece aislado mientras los demás se dividen en cuatro grupos de tres, auténticos estudios sobre fisonomía y gestualidad.

Estructura central. A pesar del resultado final naturalista, la composición se basa en una atrevida perspectiva cónica con el punto de fuga junto a la sien derecha de Jesús. La marca del clavo utilizado por Leonardo se ha dejado visible. También hay una cuadrícula de tercios que divide la escena en nueve partes.

Estructura central. A pesar del resultado final naturalista, la composición se basa en una atrevida perspectiva cónica con el punto de fuga junto a la sien derecha de Jesús. La marca del clavo utilizado por Leonardo se ha dejado visible. También hay una cuadrícula de tercios que divide la escena en nueve partes.
Estructura central. A pesar del resultado final naturalista, la composición se basa en una atrevida perspectiva cónica con el punto de fuga junto a la sien derecha de Jesús. La marca del clavo utilizado por Leonardo se ha dejado visible. También hay una cuadrícula de tercios que divide la escena en nueve partes.

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