La «fantasmagoría» de Nazario Díaz se estrena en Azkuna Zentroa
El coreógrafo presenta este jueves 'amanecer alto cielo' a las 19.00 horas
Una cortina trasparente de plástico a un lado, dos cuerpos en el suelo, sonido de gotas o de pequeño curso de agua de fondo. Y ... entra a escena Nazario Díaz y dice: «La niebla durante un rato calmará todas vuestras penas». La niebla, además, convertirá 'amanecer alto cielo', la pieza que estrena este jueves (19.00 h.) en Azkuna Zentroa, en un lugar en el que se aparecerán, gracias a las palabras, muchos otros lugares -como una ciénaga, la cima de una montaña, un sendero- y, gracias a los gestos, muchos objetos y acciones. Los intérpretes del montaje (con Díaz, Julián Pacomio e Ibon Salvador) serán gracias a la niebla y los movimientos presencias fantasmagóricas o seres sobrenaturales, serán algo más que cuerpos humanos. A esa idea ayudan el humo y los sonidos que emiten. También esa manicura larguísima que tiene como objetivo resaltar sus dedos, las acciones que realizan, haciendo aparecer objetos que no están.
«Fantasmagoría», lo llama Díaz. Los objetos estuvieron. «Y desaparecieron» en el proceso, explica, aunque ahora los intérpretes de 'amanecer alto cielo' los trasportan de un lado a otro, como mueven también sensaciones. «Si al principio había una taza de café caliente, ahora lo que transmitimos es esa sensación de calor». Se trata de hacerlo todo real en la mente de los espectadores con su coreografía y las palabras que van diciendo. Son descripciones o solo listas que se van intercalando. Palabras sueltas o frases completas. «El foco no es la calidad literaria, sino generar imágenes, relaciones, evocar lugares. El texto es un puzle que luego va encajando con las demás piezas (el movimiento, el sonido, la luz) para generar un lugar entre espectral y cinematográfico. Llevamos micrófonos pero susurramos al espectador para crear esa atmósfera onírica. Es una pieza que contiene un sueño».
El público se sumará a la visión nublada de los intérpretes, que comenzaron el proceso probando a moverse con los ojos cerrados y parpadeando y han probado también con lentillas blancas -las que Díaz se pone al empezar la pieza-. Se trata de «imaginar a través de la palabra» y de trabajar sobre «las cualidades de la visión y cómo estas modifican los cuerpos y la percepción sobre ellos», cuestión inspiradas en algunas prácticas sobre el mirar propuestas por la coreógrafa y videoartista Lisa Nelson. «Tenemos una danza de manos que miran, de ojos que tocan y de cuerpos que se borran» mientras se crea un 'amanecer alto cielo' que es «una invitación a dejarse relajar por los estados oníricos que te trae el humo, a tener muy presente la mirada y las maneras de mirar e imaginar todo eso que decimos».
'amanecer alto cielo' podría haber acabado siendo muchas otras piezas, reconoce Díaz, pero llega así hasta su estreno en Azkuna Zentroa. Algo que «es más complejo a nivel de imaginario y lectura que mis trabajos anteriores, en los que hablaba del cuerpo y de la desaparición» y que en parte debe esa complejidad a ser la primera vez que Díaz dirige a otros en una coreografía propia. «Ha sido un trabajo de pensamiento colectivo».
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