«Euskaltzaindia es receptiva a los nuevos usos del euskera que proponen los periodistas»

En un contexto de crispación general y maremágmun informativo, con bulos y contenidos manipulados que proliferan sin control, sobre todo al rebufo de las redes sociales, el presidente de la Real Academia de la Lengua Vasca, Andrés Urrutia, apeló al «equilibrio y la cohesión social que deben ser siempre los vectores fundamentales de nuestra comunidad lingüística». Notario de oficio y profesor de Derecho, no dudó en echar mano del refranero popular de raíz jurídica a la hora de brindar una pauta de comportamiento a los periodistas vascos que trabajan en un contexto bilingüe: 'Nori berea da zuzenbidea' (Dar a cada uno lo suyo). En esa misma línea, cargada de sentido común, animó a equiparar muy gráficamente el uso de las lenguas, ya sean el euskera, el castellano o el inglés, al intercambio de divisas en un mercado: «Según su posición, se cotizan más o menos».

Las promociones entrantes y salientes del Máster (chicos y chicas de Euskadi pero también del resto de España e incluso de Latinoamérica) escucharon con atención las reflexiones de la máxima autoridad de Euskaltzaindia, al igual que la consejera de Educación, Cristina Uriarte; la rectora de la UPV/EHU, Nekane Balluerka; el presidente de EL CORREO y de la Fundación Vocento, Enrique de Ybarra; así como el director del Máster, César Coca. Durante poco más de media hora, abordó los puntos que, a su juicio, son fundamentales en la gestión informativa en las sociedades multilingües. «Siempre, como en todo, hay criterios mínimos que deben respetarse, tanto en las lenguas más extendidas como en las minoritarias o minorizadas». En definitiva, no todo vale. Ni la ortografía ni la gramática son negociables.

La precisión del lenguaje es lo que da prestigio a un idioma; solo se consigue con un vocabulario lo suficientemente variado para abarcar campos semánticos muy dispares, desde la física cuántica a la metafísica o la pesca. Una riqueza que no le falta al euskera, una lengua de comunicación culta desde hace tiempo. «Hemos avanzado muchísimo. Y todavía más, no perdamos de vista que la lengua vasca no deja de enriquecerse continuamente. Por el uso que le dan nuestros jóvenes y también, por supuesto, gracias a los profesionales de los medios de comunicación. La Academia debe estar muy atenta a los nuevos usos. Somos conscientes de que la rabiosa actualidad exige tomar decisiones lingüísticas. No podemos quedarnos atrás», advertía Urrutia.

La capacidad de separar el grano de la paja (en tiempos de sobreabundancia noticiosa, que llega a diversos soportes, principalmente al móvil) se ha vuelto más valiosa que nunca. Es una función que siempre han ejercido los periodistas; la única (y gran) diferencia es que ahora exige todavía más cualificación y versatilidad. No solo hay que moverse con soltura en el papel, la radio y la televisión, sino que también hay que dominar las nuevas tecnologías. Dicho esto, el esquema mental no varía: «Hay que discernir y clasificar la información. Os animo a mantener viva la llama. ¡A rastrear la verdad y atajar las falsedades!», recalcaba ayer con emoción Enrique de Ybarra, presidente de EL CORREO y de la Fundación Vocento. En España, como en todas las democracias, la prensa libre tuvo un papel crucial en la consolidación de un Estado de Derecho.

Sin un ápice de nostalgia, Ybarra entregó la antorcha a los futuros profesionales: «No perdáis la grandeza de ánimo, ni el coraje, ni el valor para desempeñar vuestro trabajo». Los periodistas, más allá del idioma que utilicen en su labor diaria, tienen que dar fe de la realidad. Ni más ni menos.Como los notarios, siguen unas reglas. Nunca hay que dejar de contrastar la información. La veracidad es la ley para los periodistas. Siempre hay que plegarse a ella. Una actitud que Andrés Urrutia, como jurista y académico, entiende y aplaude: «Nunca hay que perder el rigor».

Antes de la entrega de los diplomas a los alumnos, la consejera de Educación, Cristina Uriarte, aprovechó la ocasión para elogiar una iniciativa que ha facilitado la incorporación de más de 800 profesionales al mercado laboral. «Esta simbiosis entre la universidad y la empresa es una noticia muy buena por sí misma. Mi más sincera felicitación para el Grupo Vocento y también para la Universidad del País Vasco. El hecho de que este máster tenga más de 30 años tiene una lectura clara. Ha sabido evolucionar al dictado de los tiempos», apuntó ayer Uriarte.

Una capacidad de adaptación que también demuestra el Gobierno vasco en sus planteamientos educativos: «Nuestro Ejecutivo fomenta la formación dual, que acredita la experiencia laboral como parte de los estudios universitarios». Desde hace dos años, se ofrecen en Euskadi títulos que compaginan la teoría y las prácticas en la empresa. Un sello de calidad del que goza el Máster de Periodismo Multimedia EL CORREO-UPV/EHU. «Fue de los primeros en adquirirlo. Una visión de futuro que redunda en beneficio de nuestra sociedad».

«El mundo de la información está cambiando de forma vertiginosa. Se está gestando un nuevo modelo, pero todos tenemos una cosa muy clara: la figura del periodista será tan importante como siempre», subrayó la rectora de la UPV/EHU, Nekane Balluerka, ante los alumnos salientes y entrantes del posgrado de periodismo multimedia. En el contexto actual, la misión de los profesionales de los medios de comunicación no puede limitarse a «salvar el silencio o las distancias geográficas». Ahora los periodistas tienen que hacer acopio de todas sus energías «para neutralizar una marea ensordecedora de mentiras».

En una realidad «abigarrada y compleja», con redes sociales y blogs que divulgan constantemente datos, anécdotas, chascarrillos y noticias sin contrastar, se hace todavía más «necesaria» la información veraz. La denuncia de los abusos y la defensa de las libertades son las motivaciones principales de los periodistas. «Objetivos que solo se cumplen cuando se cultiva la excelencia. Algo que el Máster de Periodismo Multimedia EL CORREO-UPV/EHU siempre ha tenido muy presente».