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Un momento de la representación de 'Carmina Burana' A. Bofill
La Fura dels Baus: 5 hitos fureros

Cinco hitos fureros

Crecieron en la Cataluña profunda, dieron el salto en Barcelona 92 y cultivan el espectáculo total. Este miércoles presentan el montaje de la cantata 'Carmina Burana' en el Teatro Arriaga

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Miércoles, 5 de diciembre 2018, 01:11

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Ya no rompen todas las noches coches a mazazos (con el único objetivo de volver loco al público) pero se mantienen en forma. Están a punto de celebrar su 40º aniversario pero no piensan jubilarse. La Fura dels Baus es un grupo tan inquieto que tiene seis directores artísticos (los más veteranos rondan la sesentena) que van por libre y se retroalimentan. Comparten un estilo pero cada uno tiene sus propios esquemas. Los hay que son muy detallistas, sutiles y preocupados por el trabajo con los actores y cantantes, como Àlex Ollé; mientras que otros buscan un impacto global que deje sin aliento al público, en la línea de Carlus Padrissa. Este último es el responsable de la producción de la cantata 'Carmina Burana' que acoge desde este miércoles el Teatro Arriaga. Es un espectáculo que rebosa 'furorismo' con locura.

No defraudará a sus fans y tampoco a los curiosos que no han visto nunca un montaje de este colectivo. ¿De dónde vienen? ¿Adónde van? Esto último nunca se sabe, pero de sus orígenes y evolución se puede hablar un poco. Aquí hay un repaso a su trayectoria. Vertiginoso –solo cinco hitos– en sintonía con el espíritu de La Fura dels Baus. «Una escena nunca debe durar más de cinco o siete minutos. Siempre hemos tenido ritmo de videoclip», explica Pep Gatell en el documental '¡Acción! La historia de La Fura dels Baus', de los alemanes Christoph Goldmann y Leif Karpe.

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    Efecto de 'olla a presión' (1983)

'Accions' se estrena en un paso a nivel de Sitges, el 20 de octubre de 1983. Al año siguiente se presenta en Barcelona, dentro del Cicle de Teatre Obert. Es un espectáculo sin argumento definido, que se desarrolla al mismo nivel del espectador. Hay una gran cercanía física que juega con el efecto de 'olla a presión'. Se sube al máximo el nivel de tensión y violencia. «Queríamos meter miedo. Habíamos hecho muchos pasacalles en Cataluña, algún año más de 150 y queríamos hacer algo distinto», razona Pere Tantinyà en el documental '¡Acción! La historia de La Fura dels Baus'.

Los protagonistas de 'Accions' salen con la adrenalina disparada. Se crea ambiente con un concierto de voz, saxo y sintetizadores; enseguida salen tres actores desnudos, cubiertos de barro, que se hartan de comer huevos crudos. Otros dos, vestidos con traje y corbata, destrozan un coche con mazos y hachas. Los más violentos no tardan en perseguir a los que van en cueros, al tiempo que les arrojan mijo, arroz y pasta de sopa, además de pintura negra y azul. No hay respiro. Todo se precipita al descolgarse un grupo del techo, con bolsas llenas de agua y colorante. Hacen estallar su contenido sobre una lona blanca. La furia se contagia, no hay altercados pero el público sale agotado.

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    Trampolín a la fama (1992)

La ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 marca un hito en la trayectoria de La Fura dels Baus y, al mismo tiempo, revoluciona los espectáculos que amenizan los eventos deportivos. Hasta entonces, se limitaban a shows masivos y coloristas, sin narración ni mensaje. Había que dar un paso adelante y los fureros asumen el riesgo: no solo recrean el viaje de Jasón y los argonautas hasta los confines del Mediterráneo, también deslumbran con una figura monumental (un trasunto de Hércules) que corre 100 metros en 9 segundos. Todo fluye al ritmo de la música de Ryuichi Sakamoto.

Rigurosos y muy orgullosos de su tradición cultural, aprovechan los consejos de un asesor en mitología clásica, Josep Olives. La apertura de los Juegos Olímpicos de 1992 se convierte en un alegato del 'mare nostrum' como origen de la civilización occidental y de la unidad de los pueblos. Los éxitos deportivos de España (13 medallas de oro, 7 de plata y 2 de bronce) son el colofón de aquel verano espectacular.

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    Sofisticación y diseño (2002)

La versión escenificada de 'La divina comedia', de Dante, se estrena en Florencia con motivo del certamen Clasico Italia, con la colaboración de la Bienal de Valencia y el patrocinio de la Generalitat Valenciana. Un encargo ambicioso que se presenta en la plaza Pitti de la capital de la Toscana. El público abarrota el recinto, con muchos profesionales de las artes escénicas, el cine y el diseño en primera fila. El espectáculo dura apenas media hora y precisa de un equipo de más de 50 personas, entre actores, técnicos y creativos, para sacarlo adelante.

El periplo de 'La divina comedia' –por el infierno, purgatorio y paraíso– se recrea con gran despliegue de efectos sonoros y escénicos. La iluminación y las poleas para elevar por los aires al protagonista impactan a los espectadores. También se celebra el vestuario concebido por siete diseñadores de moda valencianos: Juan Andrés Mompó, Presen Rodríguez, Manuel Fernández, Hannibal Laguna, Francis Montesinos, Amparo Chordá y Álex Vidal. En resumidas cuentas, todo un lujo.

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    El filón de 'Carmina Burana' (2009)

A. Bofill

El particular montaje de 'Carmina Burana', de Orff, se ha convertido en el éxito más rotundo de La Fura dels Baus. Estrenado hace nueve años en la Quincena Donostiarra, se ha presentado ante más de 200.000 personas, ya sea en Taiwan, Buenos Aires, Florencia o Múnich. El Teatro Arriaga acoge el espectáculo entre este miércoles y el domingo, con una orquesta de diez músicos, tres cantantes solistas y 23 coralistas, a las órdenes de César Belda. Tampoco faltan grúas, plantas carnívoras (de atrezzo) y un cilindro de tul para envolver a todos los instrumentistas que, además, sirve de pantalla de proyección.

No se necesitan supratítulos para captar el mensaje de los poemas que estructuran la obra maestra de Orff. Los textos, inspirados en versos de los siglos XII y XIII, alternan el alemán con el latín y el francés. Todas las estrofas tienen la impronta de los goliardos, es decir, de los clérigos vagabundos y estudiantes que correteaban por los caminos y armaban jarana en las tabernas de la Edad Media. Los apetitos irrefrenables, ya sean de comida o sexo, las alegrías de la primavera, la fugacidad de la vida... son algunos de los temas que explota la lírica goliárdica. Muy del gusto de La Fura dels Baus.

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    El circo furero con Wagner (2010)

El director artístico del Festival de Salzburgo, Gerard Mortier, les da una oportunidad de oro en el verano de 1999, al acoger el montaje de 'La condenación de Fausto', de Berlioz. Así nace una nueva etapa para el grupo catalán. Triunfan y se animan a experimentar con la ópera.

El espectáculo total siempre ha sido la meta. «La apuesta por Richard Wagner, por ejemplo, es una vuelta a nuestros orígenes. Tiene mucho de circo. No le falta nada», reflexiona Carlus Padrissa en el documental '¡Acción! La historia de La Fura dels Baus'. No se paran en barras. Nada les asusta. Ni siquiera 'Tannhäuser', con un desarrollo de tres horas y media que se reparte en tres actos. La imaginación tempestuosa y rabiosa de Padrissa saca chispas al drama de Wagner, una historia de raíces medievales sobre el conflicto entre el amor puro y los deseos terrenales, con el arte y la poesía en el centro de la vorágine. ¿Qué es lo ideal? ¿Cómo se alcanza la gloria? Interrogantes que también inspiran a los fureros. El público de La Scala acude sin miedo, en la temporada de 2010, al espectáculo montado por Padrissa para 'Tannhäuser', bajo la batuta de Zubin Mehta. Hay disparidad de opiniones a la salida pero lo han conseguido. La meca de la ópera es otra de sus conquistas. La Fura, tan osada como siempre.

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