Paradojas del arte
¿Es Kusama la artista femenina viva más importante de la actualidad? Bueno, la respuesta afirmativa a esta pregunta es la que publicita Louis Vuitton, ... la afortunada e inteligente marca que está detrás de la conversión ahora mismo de un fenómeno artístico global, en producto de consumo lujoso a base de vincular la psicodelia lúdica de Kusama -sus 'painted dots', sus flores instintivas o sus alegres y coloridas formas celulares-, con la lona del monograma, con el cuero epi o con el vernis-. Pues ya sea por esto, o quizás también por su longevo vanguardismo -sugerencias surrealistas, expresionismo abstracto, minimalismo o pop art desde comienzos de los años 50- , por la singularidad de su estética, por el éxito incontestable de sus calabazas de lunares o de esas salas de espejos infinitos, por su asimilación tardía con los grandes de la cultura pop, por su eclipse durante décadas como astro reluciente de la historia del arte, por su condición de mujer en un panorama curatorial ansiosamente en pos de heroínas o incluso por su avanzada edad -94 años-, lo cierto es que Kusama es la estrella del momento en los museos, en las galerías y en el mercado.
Curioso resurgir y curiosa paradoja, en todo caso, para una creadora cuya primera monográfica en Europa, en una galería de La Haya en 1965, pasó casi inadvertida, mientras que ahora todavía está en marcha en Hong Kong una gran retrospectiva que abarca siete décadas de su trabajo, cuando ya están a la vuelta de la esquina las muestras del Guggenheim Bilbao y del Stedelijk Museum o cuando la casa de subastas Phillips saca a la venta la próxima semana dos de sus esculturas más tempranas por precios estimados de remate de 2,5 y 3,5 millones de dólares. Pues sí, misterios del mercado, enigmas de la contemporaneidad, paradojas del arte…
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