Borrar
Urgente El Gobierno central ampliará el aeropuerto de Bilbao
Emojis, palabra del año

Emojis, palabra del año

La Fundación del Español Urgente designa a los emoticonos como palabra del año y suceden a microplástico

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Domingo, 29 de diciembre 2019, 10:15

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Millones de pinos navideños han viajado durante estas fechas. Otros tantos millones de caras sonrientes, con o sin gorrito de fiestas y matasuegras, corazones, corazoncitos, con lengua fuera imitando a los Rolling Stones o de lado, han circulado de móvil a móvil a lo largo del planeta por la Navidad o para demostrar con una imagen lo que no sale a través de las palabras. Son los emojis, los emoticonos, que forman «lo más cercano a un lenguaje universal que ha creado nunca la humanidad», según destacó el presidente de la Fundación del Español Urgente (Fundéu), Mario Tascón, en el Congreso de las Academias de la Lengua en Sevilla. Este domingo, esta institución que vela por el buen uso del español, la designó como palabra del año imponiéndose a las otras once finalistas (influente, seriéfilo, superdesempate, exhumación, huachicolero, DANA o desglobalización, entre otras).

Los símbolos de la mensajería instantánea suceden a microplástico, palabra del año según este organismo promovido por la Agencia Efe y BBVA. El impacto en la vida cotidiana, «sus interesantes relaciones con el resto de los elementos que conforman la comunicación (palabras, frases, signos de puntuación…) y las perspectivas que se abren de cara al futuro» son los argumentos esgrimidos por la Fundéu para conceder esta distinción a unos elementos que vieron la luz el 19 de septiembre de 1982. Entonces Scott Fahlman, profesor de computación en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, escribió en un mensaje símbolos ortográficos simulando caras humanas. Más tarde, el diseñador de interfaces japonés Shigetaka Kurita desarrolló 176 caracteres de 12x12 píxeles. Poco a poco, estos nuevos símbolos comenzaron a evolucionar y tener cierto relieve. En 2001, existían alrededor de 393 'smileys'. Ahora, la cifra en WhatsApp se acerca a los dos mil.

«No se trata, por supuesto, de que los emoticonos y los emojis vengan a robarnos palabras o a pervertir nuestra lengua, que ha mostrado durante siglos su capacidad para adaptarse a los nuevos tiempos y a las tecnologías de cada época. Ni de que acabemos expresándonos solo con este tipo de elementos. Creemos más bien que constituyen un elemento más que contribuye a lograr el fin último de las lenguas: la comunicación entre las personas», explica el coordinador general de la Fundéu BBVA, Javier Lascuráin. «En un mundo marcado por la velocidad, los emoticonos aportan agilidad y concisión. Y en un entorno en el que buena parte de lo que escribimos, sobre todo en chats y sistemas de mensajería instantánea, es comunicación oral puesta por escrito, estos elementos nos permiten añadir matices gestuales y de intención que de otro modo se perderían», añade.

Además, muchos de ellos tienen el valor de la universalidad, el de poder ser entendidos por personas de muy diferentes culturas y lenguas. «Son una ayuda en nuestra comunicación diaria», explica Judith González Ferrán, miembro de la Fundéu, que además recalca que la tecnología traerá más cambios y novedades y el español debe tener el músculo «entrenado», estar «receptivo y dispuesto a descubrir todo su potencial» y que no permanezca como «un espectador desdeñoso de los cambios».

Los emoticonos suceden en esta lista a microplástico (2018), aporofobia (2017), populismo (2016), refugiado (2015), selfi (2014) y escrache (2013).

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios