Elvira Lindo y la alegría de escribir
La autora, que recibe hoy el premio JA!, cree que el humor ha cambiado «porque no somos el mismo país machista y clasista de hace 50 años»
A Elvira Lindo la «machacaron» una vez en una jornada sobre literatura a la que ella acudía para hablar de Manolito Gafotas. Machacaron a Manolito, ... claro, pero ella lo sufría en propias carnes: que si racista, que si sexista, que si qué desagradable siempre con el «humor marrón» -el escatológico, que es muy de aquí-. A los americanos aquel niño les parecía lo peor. «Es un terreno espinoso el de la literatura infantil y juvenil», dice ahora la autora, cinco o seis años después de haber aparcado a Manolito y con una oferta americana para convertirlo en serie audiovisual. «Las series tienen un efecto beneficioso porque ofrecen argumentos más atrevidos y trasgresores». En cambio, las redes, que venían a fomentar la libertad de expresión, se muestran como «un jurado popular inmediato siempre reactivo».
La experiencia americana de Manolito, y sus años en Nueva York aprendiendo de otro tipo de humor y comparándolo con el patrio, le han hecho entender que esto va por barrios, por clases sociales, por géneros, por países y por contextos. Que lo que te hace gracia a ti no tiene por qué hacérmela a mí... Y debes pensar en el entorno si de verdad quieres hacer reír y no simplemente ofender. No es «autocensura, sino conciencia de la audiencia».
Por eso ella no es de las que comparten el diagnóstico de que aquí y ahora el humor está herido de muerte porque suena todo a políticamente incorrecto. «Esta cosa apocalíptica de que se ha acabado la risa yo no me la creo. Lo que hay que entender es que no somos el mismo país que hace 50 años y que los chistes que brotaban de una sociedad muy desigual, machista, clasista, donde no había diversidad, no hacen gracia en otra en la que hemos ido ampliando los derechos y las libertades», sostiene. Ella tiene por norma «no hacer chistes sobre quien lo pasa mal. No creo que hacer chistes de gitanos o de inmigrantes o de pobres sea trasgredir, no está en mí». Y se pregunta: «cambia el móvil, el concepto de medio ambiente, cambia todo... ¿y el humor no cambia?».
Hoy recoge en Bilbao el Premio BBK JA! en su décima edición una mujer que se sabe afortunada: con estudios y trabajo, de clase media, eso que llaman 'nacional' y por lo tanto con papeles. Un lujo. En un periódico, ella eligió hablar de su propia familia y hacer humor con un marido que la gente identificaba con el suyo -el escritor Antonio Muñoz Molina, el «intelectual»- y eso sí que supuso en su día una trasgresión. «Fue como cambiarse los papeles, hasta entonces se hacía al revés». En un país donde la gracia siempre estuvo en hablar de 'la parienta', Elvira Lindo abrió otra puerta con esa «alegría de vivir» que define su estilo según el director del festival, Juan Bas.
El fin de semana
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Hoy. Elvira Lindo recibe el premio JA! y charla con Txani Rodríguez (19 horas, Sala BBK).
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Mañana. Las 10 secuencias de humor favoritas de David Trueba. Con Juan Bas (19 horas, Sala BBK).
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