Eduardo Álvarez: «Netflix está tardando en llamarme para intererarse en la vida de Luis de Orleans»

– ¿Cómo llega a ese personaje tan excéntrico?

– Cuando la editorial me hizo el encargo de escribir una novela sobre un personaje le di varias vueltas y me puse como condición que no quería hacer ninguna novela de alguien de quien ya se hubiera hecho. Hay novelas de casi todos los miembros de la dinastía, al menos de primera línea. Buscando en líneas secundarias me topé con Luis Fernando de Orleans. La primera reacción fue de sorpresa, pensaba que debía ser mentira lo que se contaba de él. Al descubrir que tenía esa vida tan apasionante un miembro de la Familia Real, que tenía responsabilidades y participaba en actos palatinos, tuve la necesidad de contar su historia.

– Llama la atención que la novela pasea por diferentes cabarets y burdeles donde don Luis de Orleans protagoniza una sucesión de escándalos. Y todas esas noches se acompañaban de cocaína.

– En esa época el consumo entre la aristocracia era habitual y en esas capas más altas de los años de París, esos años locos, la cocaína, la morfina y otros estupefacientes estaban muy extendidos. Es cierto que el abuso de alcohol y drogas, junto a sus enfermedades, le pasaron factura, y se ve una degradación física en los documentos de la época. Sin embargo, lo más llamativo no era que consumiera, sino que un miembro de la realeza llegara a traficar con ella.

– Cuenta que para ello se valía del pasaporte diplomático.

– Eso es lo más sorprendente. Eso ya no era habitual ni mucho menos en la realeza. En su caso fue una forma de ganar dinero cuando sus finanzas se resentían. Aprovechaba su pasaporte diplomático para pasar los controles de aduana en coche sin problemas.

– La tarea documental ha tenido que ser ardua.

– Al ser tan popular en la época podemos decir que le seguían los 'paparazzis' del momento, aunque todavía no existía ese concepto. Muchas noticias hacen referencia a las andanzas del personaje, no tanto en periódicos de España, pero sí en la prensa francesa y en los grandes periódicos internacionales. En el New York Times se recogían datos y memorias de la época se hacen eco de todo tipo de sucesos. Es evidente que hay cuestiones envueltas en la leyenda y engrandecen su mito.

– Hay un personaje tan importante, Eulalia de Borbón, una mujer adelantada a la época.

– Tiene un protagonismo fundamental. Tenía un puesto importantísimo como hija de la reina Isabel II, hermana de Alfonso XII y tía de Alfonso XIII. Todo lo que hizo tuvo repercusión institucional y mediática. Fue el primer miembro de la familia real que amenaza con divorciarse y el Palacio Real media para conseguir una separación legal. Y fue adelantada en todos los sentidos, con una gran inquietud literaria, interés por la filosofía y habitual en los salones literarios, tanto de España como de París.

– Es curiosa la evolución del personaje de Luis, que parece seguir los pasos de Antonio de Orleans heredando el gusto por despilfarrar.

– Te diría que lo aprende, no sé si lo hereda (risas).

– Ha seguido a la monarquía como periodista. ¿Ha enviado algún ejemplar a la Zarzuela?

– Me lo están sugiriendo muchas personas y al final creo que me voy a animar. No sé si la respuesta será positiva (risas). Me gustaría creer que a doña Letizia le gustará.

– En las páginas finales comenta que las revelaciones sobre la vida de Juan Carlos I hacen que lo de Luis de Orleans parezcan «pecadillos».

– Durante toda la novela se refleja cómo estos miembros fueron protagonistas de no pocos escándalos que generaron crisis políticas e institucionales. El Gobierno y las cortes debatieron, por ejemplo, si le retiraban el título de infante a Eulalia. En su momento se retiró a la infanta Cristina el título de duquesa de Palma y es inevitable pensar en esos hechos. Además hay una figura, la del primo del rey emérito, Álvaro de Orleans, quien le habría pagado millonadas en viajes privados a Juan a través de una de las fundaciones que investiga la Fiscalía. Ese Álvaro de Orleans es nieto de Ali, el hermano de mi protagonista, Luis de Orleans, por lo que el paralelismo es claro.

– En la novela se dice que nadie ha podido borrar su lugar en la historia como 'el rey de los maricas'.

– Creo que la novela puede servir para que se le redescubra y reivindique. Todos sabemos que ha habido otros miembros que fueron homosexuales supuestamente como Francisco de Asís. Pero Luis de Orleans fue un homosexual indisimulado y hay huellas documentales que lo atestiguan.

– 'The Crown' tendrá una versión española. ¿Alguien le ha llamado interesándose por esta historia?

– Creo que Netflix está tardando en llamarme porque creo que estos miembros tan desconocidos y próximos a Alfonso XIII se merecen una serie. Por el momento invito a que lean el libro. Su vida parece una ficción explosiva.