Mar de Dios reivindica en Bilbao la cerámica contemporánea
La galería BASE, última incorporación al circuito, expone obras que sugieren materialesde nueva generación
La galería BASE abre por vacaciones. La última incorporación al circuito comercial bilbaíno inaugura hoy 'Baratzean', la exposición de cerámica de la artista local Mar ... de Dios. Su trabajo es una reivindicación de esta disciplina como una práctica actual. «En los últimos cuatro años se ha producido su vuelta a la esfera del arte contemporáneo», explica. «Autores que no se habían dedicado a ella han comenzado a utilizarla como medio. Creo que hay una diferencia entre ceramistas 'per se' y aquellos que la utilizan en un momento dado para un proyecto. No sé en qué se basa la distinción, tal vez en el respeto al material».
Ella llegó a la disciplina para ensuciarse las manos, literalmente. «Venía de trabajar de una forma muy conceptual, teórica, sufrí una crisis y mi intuición me dijo que el cambio estaba aquí». Las precisas exigencias técnicas de la cerámica no la retrajeron, «todo lo contrario». «Es como cuidar a un hijo que exige horarios pautados. Una forma de hacer que me gusta y que exige planificación». El trabajo con el horno tiene mucho que ver con la labor hortícola a la que alude en el título. «Encuentro paralelismos en esa dedicación tan vinculada al calendario, lo placentero que supone para una urbanita como yo ese divertimento que se pierde al profesionalizarse, y que no deja de ser tierra», aduce.
Influencia nipona
Su cerámica se sitúa en un espacio intermedio entre el concepto utilitarista y la escultura objetual. La muestra incluye piezas de diseño y otras carentes de funcionalidad, con cierta ambivalencia entre la apariencia técnica y la sugerencia orgánica: una extraña mixtura de elementos geométricos y bulbos que parecen conectarla con ese origen vegetal. La autora reconoce la influencia nipona, sobre todo del movimiento estético Mingei, vertiente japonesa de la corriente Arts&Crafts, aunque las creaciones también recuerdan a la vanguardia pop nipona protagonizada por artistas de la talla de Yoshitomo Nara.
«La cerámica es bella y tiene algo terapéutico, ha seducido incluso a Brad Pitt y Leonardo Di Caprio»
La ilusión del formato industrial también recorre las obras. Su factura y cromatismo sugieren materiales de nueva generación, como si se tratara de un trampantojo. En realidad, ella permanece fiel a los procesos tradicionales. «Aquí no hay posibilidad de innovación, tienes que respetar pasos y procesos, los tiempos de secado o la incompatibilidad de los materiales», apunta. La improvisación se halla en la forma, no en la técnica. «No se puede arriesgar porque estos procedimientos son caros».
Mar de Dios se considera una ceramista que hace esculturas. «Ya no siento el síndrome de la impostora, ya hablo su lenguaje», confiesa e indica que su evolución personal tiende hacia la huida de la grandilocuencia y el recogimiento de las piezas. Los prejuicios siguen aún ahí, pero ella confía en que el creciente prestigio de la disciplina los arrumbe definitivamente. «Ha seducido incluso a las estrellas de Hollywood como Brad Pitt o Leonardo Di Caprio. La cerámica es bella y tiene algo terapéutico».
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