«Si tus amigos te vieran con una cuarentona querrían otra»
Maribel Verdú y el actor bilbaíno Germán Alcarazu mantienen en la vida real la buena sintonía de 'El doble más quince', la historia de una mujer madura que entabla relación con un menor a través de un chat de sexo
Germán Alcarazu le señala a Maribel Verdú en el otro lado de la Ría el instituto de Zorroza en el que no hace tanto estudiaba. « ... Allí hice mi primer casting», descubre el actor bilbaíno. «Justo enfrente iba a pescar con los amigos; bueno, a emborracharnos». Maribel cumplirá cincuenta años el 2 de octubre y Germán tiene 22. La actriz más popular del cine español y un recién llegado que el año pasado trabajó en un bar en Madrid para ahorrar y poder pagarse este curso las clases de Juan Carlos Corazza, el profesor al que todavía acude Javier Bardem.
Verdú es en 'El doble más quince' una médica y madre de familia bilbaína con dos hijos, hastiada de su rutina matrimonial y con ganas de marcha. Primero las pilas de los juguetes acaban en el vibrador. Después, se asoma curiosa a un chat de sexo y entabla conversación con un desconocido... que en persona resulta ser un chaval de dieciséis años. Pese a la diferencia de edad conectan y pasean por un Bilbao de vestigios industriales, tercer personaje de la película de Mikel Rueda que llega este viernes a cincuenta cines. Germán y Maribel, que recorren los escenarios del rodaje bajo la lluvia bilbaína, mantienen la sintonía en la vida real.
–¿Habéis entrado alguna vez en un chat de sexo?
–Germán: Nunca, lo máximo fue una vez que entré con un amigo a un chat donde la gente hace el tonto. En el ordenador solo veo películas.
–Maribel: Yo no tengo ni ordenador. En la escena de la peli en la que chateo me fueron diciendo lo que tenía que hacer. Jamás he comprado por internet, no sé hacer estas cosas. Solo utilizo el móvil y leo los guiones en una tablet que me regalaron, aunque siempre los imprimo.
–Germán: Yo no tengo Tinder ni nada de eso, soy anti redes sociales. Siempre tengo problemas porque paso de leer los wasaps. Muchas veces me doy cuenta de que no estoy haciendo nada pero tengo el teléfono en la mano, y me digo que no puede ser. Lo tecnológico no me inspira confianza, hasta hace un mes iba con la cartilla al banco. Ahora tengo Bizum y todo.
–Maribel: ¿Que tienes qué?
–Germán: Es una aplicación para mandar dinero al instante, una maravilla.
–Maribel: ¿Pero eso está controlado por el banco? Yo me quiero hacer.
– ¿Y si su representante le dice que tiene que tener muchos followers para que le llamen a los castings, tal como ocurre ahora?
–Germán: Los tiempos cambian. Una red social te da más visibilidad, por eso la tengo. Pero si no fuera actor estoy seguro de que no estaría en redes.
–Maribel: Yo si no existiera Instagram seguiría trabajando exactamente igual. Pero sé que, desgraciadamente, a actores jóvenes les cogen según su número de seguidores.
–Germán: Es verdad que así consigues más publicidad, pero por otra parte me da rabia.
–Maribel: Uno tiene que adecuarse a los tiempos que le ha tocado vivir, por supuesto. Pero también tienes que protegerte y seguir con tu vida sin radiarla. Yo saco lo que me da la gana, cosas que no tengan que ver con mi intimidad.
– Pero al menos sabrán que ahora la gente se enrolla por internet...
–Maribel: Tengo varias parejas de amigos que se conocieron así y llevan juntas muchos años. Otros prueban con uno, con otro... Yo nunca lo he hecho.
–Germán: Mi única red social para conocer gente es Instagram, es la única que uso. Y sí que he quedado con gente a través de ella.
–Maribel: Yo afortunadamente estoy fuera de todo esto. ¿Sabes, Germán, que en mis tiempos se pedía salir a alguien? Literal. '¿Quieres salir conmigo?'
–Germán: ¿Qué dices? ¡Qué vergüenza!
–Maribel: Te lo juro. Entonces decías que sí y ya era tu novio. Yo le he pedido a chicos salir y ellos me lo han pedido a mí. Hoy en día sería ridículo. Me viene ahora un tío a preguntarme si quiero salir con él y salgo corriendo.
– Germán, si tú apareces en tu cuadrilla con una novia de cuarenta y tantos años, ¿qué te dirían los amigos?
–Germán: Sinceramente, al principio fliparían. Me harían preguntas por curiosidad. No sé...Nunca me lo he planteado, qué fuerte.
–Maribel: Te daría vergüenza. ¿Y al final sabes qué dirían tus amigos? Nosotros queremos otra. Cuando la conocieran, ya verías como dirían: 'Nosotros queremos una igual'.
–Germán: Hombre, yo tengo claro que lo que piensan los demás te afecta. Mis padres también fliparían.
–Maribel: Que una madre diga: 'Mi hijo está con una de mi edad'...
–Germán: Sí, ¡mis padres tienen tu edad!
– Si la película fuera de un hombre mayor con una jovencita no incomodaría tanto...
–Maribel: Desgraciadamente esa reflexión machista la seguimos teniendo que hacer. El mundo se ha visto solo desde un prisma: los ojos de un hombre. Lolitas ha habido tantas en la Historia... Aunque también hay películas como 'El graduado', 'Verano del 42'... Yo tengo una: 'Y tu mamá también'; Gael García Bernal y Diego Luna me miraban diciendo ¡halaaa! Creemos que el mundo ha avanzado, pero solo lo ha hecho un poquito. Las mujeres tenemos que seguir aguantando tanta mierda...
– ¿No están cambiando las cosas muy deprisa? Esta semana hemos tenido la condena a Harvey Weinstein, el caso de Plácido Domingo...
–Maribel: Sí. ¿Sabes en lo que ha cambiado y en lo que me siento más segura a raíz del #MeToo? En que si ahora un productor intenta hacerme algo le digo, un momento, ¿puedes repetirlo, que te voy a grabar con el móvil? Esto es una herramienta cojonuda para poner a alguien en evidencia. Ha caído gente poderosísima.
–Algo ha hecho clic en todos nosotros.
–Germán: Yo no he vivido nada de eso, todo ese mundo del que habláis sé que pasa, pero no lo veo como algo cercano.
–Maribel: Pues se llama abuso de poder, Germán, y lo puedes extrapolar a cualquier ámbito. A un jefe que maltrata a sus empleadas o a un profesor que acose a sus alumnas. ¿Sabes qué es lo que más rabia me da en la vida? La injusticia y el abuso de poder. Lo que pasa es que en este mundo del cine nos vemos y nos damos un beso en los morros...
–Germán: Sí, en los rodajes se crea un ambiente como de campamento de verano. Y eso a veces a la gente le da paso a... Pero ocurre en todos los ámbitos.
– Maribel: En el mundo médico, en las redacciones...
«El mundo se ha visto solo desde un prisma: los ojos de un hombre. Las mujeres tenemos que seguir aguantando tanta mierda...»
maribel verdú
«Tú me has enseñado que no tenemos que ser tan intensos, que a veces no hay que pensar tanto»
germán alcarazu
–La película demuestra que se puede conectar con alguien más allá de lo sexual.
–Maribel: Por supuesto. El personaje de Germán está perdido y no sabe de qué va esto de la vida. Y yo estoy perdida porque sé de qué va la vida. Yo solo quiero tener vivencias, soy una mujer disfrutona por naturaleza, me apunto a todo. No quiero perderme nada. La vida consiste en tener un saco lleno de experiencias, porque mañana te mueres y te dices que no has hecho nada, hostia. Que me quiten lo bailao. Solo cabe arrepentirse de lo que no has hecho.
–Germán: A mí me pasa que estoy muy obcecado en mi profesión, y después me digo que yo soy mucho más. Tengo que llenarme de experiencias, no sé, irme dos años a vivir a una cabaña al monte. Quiero tener muchas vidas distintas, aunque sean temporales.
–Maribel: Yo no he visto a nadie escucharme tan embelesado como tú cuando te contaba historias de rodajes. 'Cuando yo hice 'Belle Epoque'...
–Germán: Yo absorbo cuando hablas y aprendo muchísimo. Quiero que el día de mañana alguien al que yo le hable también aprenda.
– ¿Qué han aprendido el uno del otro?
–Germán: Que somos demasiado intensos, que a veces no hay que pensar tanto...
–Maribel: Te lo digo siempre: sal del bucle. Carpe diem. Yo antes de conocerte pensaba que la gente joven era pasota, y me he dado cuenta de que se preocupan por ser algo y encontrar su sitio en la vida. No es una cuestión de edad, sino de actitud de las personas. Puede haber cincuentones inmaduros y chavales como tú, que son todo lo contrario.
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