Viaje al pasado de Nantes con 'Lola'

Este fin de semana tenía que comenzar la 30 edición del Festival de Cine Español en Nantes, que suele dedicar una importante atención al cine vasco. No va a poder ser, como tantas otras cosas. Y como en casi todo ahora, nos queda el viaje virtual, a través de una película que brilla por sí misma, pero que además contiene escenarios muy representativos del Nantes de 1961. Con la ventaja de que varios de ellos se conservan intactos y siguen siendo puntos emblemáticos de la ciudad francesa: el restaurante La Cigale con su suntuoso salón de espejos y la galería comercial del siglo XIX Passage Pommeraye.

Lugares que habita la protagonista de 'Lola', una cantante que trabaja en un cabaret del puerto y quedó embarazada de un amante fugaz. Anouk Aimée compone un personaje fascinante, inspirado en el de Marlene Dietrich de 'El ángel azul', en lo que fue la ópera prima del director Jacques Demy, compañero de Agnès Varda, al que el Festival de San Sebastián dedicó un ciclo.

La música de Michel Legrand y la fotografía en blanco y negro de Raoul Coutard completan la reunión de talentos con magistrales resultados. Es otra de las restauraciones de clásicos que ha publicado recientemente A Contracorriente, con muchos extras y librito incluido en el Blu-Ray.

Nuria Alonso. Mortadelo y Filemón son sinónimo de carcajadas. Pocos personajes habrán despertado tantas sonrisas y en tantas generaciones como esta pareja de desastrosos agentes secretos a los que, si todo les puede salir mal, les saldrá peor. Con desternillante resultado. Los puristas del tebeo de Francisco Ibáñez siempre han temido las acometidas que tanto la televisión como el cine han arreado a las creaciones más irreverentes del dibujante catalán, no sin cierta razón, vistos algunos antecedentes.

Sin embargo, los miedos son infundados con la propuesta de Javier Fesser en la animada 'Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo' (2014). Tanto padres como hijos gozarán con las vicisitudes de los dos protagonistas y de los enormes secundarios, nunca tan bien reflejados: la genial secretaria Ofelia, el inaguantable superintendente Vicente o el desastroso Bacterio. Por no mencionar al villano, Jimmy el Cachondo, un malo malísimo con deje argentino que hace las delicias de cualquiera.

Es maravilloso contemplar en pantalla el espíritu gamberro y cañí del tebeo de Ibáñez: la trama central es divertidísima, jalonada con las espontáneas ocurrencias y disfraces de Mortadelo y pertrechada en la cómica seriedad de Filemón y sus peripecias.

Hay golpes inolvidables, pero 'Tronchamulas', el grandullón malísimo que, por un invento de Bacterio, muta momentáneamente en un angelito, es tronchante. También el personaje de Rompetechos tiene su momento de gloria. Y… no les cuento más, véanla; y si lo han hecho, revisítenla. Siempre es un acierto, pero buena falta nos hace el sentido del humor ahora.

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