Seis mujeres encerradas en una ácida comedia

Cuenta la historia de seis mujeres que acuden a un agroturismo para celebrar una despedida de soltera y terminan encerradas, lo que da pie a una comedia ácida con cruce de reproches. «Es un proyecto de trinchera, en condiciones no fáciles pero con los mejores mimbres, y confiamos en que llegue al espectador como una propuesta fresca que le conmueva. Es una comedia ácida, pasada de vueltas, pero que trata de cuestiones importantes como el amor y la amistad», explica Mireia Gabilondo.

El texto de Kepa Errasti surgió de un laboratorio de escritura teatral. La compañía Vaivén montó el espectáculo en 2018 con Gabilondo como directora y desde entonces ha recibido «una estupenda respuesta del público». «Desde el principio pensamos que daría juego también en el cine, pero no encontramos la financiación», explica.

Durante los meses de confinamiento, «con todo parado, fuimos ultimando detalles y optamos por tirarnos a la piscina y rodar por nuestros medios, para encontrar financiación o distribución después». Tentazioa y Anacronica producen el filme. «Hemos contado con las mismas actrices que en la versión teatral, de modo que ya tienen los papeles memorizados e interiorizados», cuenta la directora. «Al ser una comedia muy viva yo quería tener versión original en euskera y en castellano, como en el teatro. Así la hemos rodado: en cada secuencia hacíamos las tomas en euskera y en castellano. Suponía un esfuerzo para las actrices, pero muy práctico para agilizar el trabajo».

El rodaje ha sido en la casa en Fika de la directora de arte, Ana Turrillas. «Fue casi como un 'gran hermano'», bromea Gabilondo. «Vivíamos en un agroturismo vecino todo el equipo, entre 25 y 30 personas, y nos acercábamos cada mañana a rodar. Hemos trabajado con todas las medidas sanitarias impuestas al cine, con PCR previos y mascarillas hasta empezar a grabar».

Naiara Arnedo, Itziar Atienza, Sara Cózar, Getari Etxegarai, Aitziber Garmendia y Leire Ruiz interpretan a esa cuadrilla que se va de despedida de soltera y de pronto descubre que una de ellas las ha dejado encerradas en su hotel rural. En ese momento salen a relucir sus cuitas y dramas del pasado «en un ambiente en el que todas están bastante pasadas por el alcohol».

«Estamos ilusionados porque el hecho de haber trabajado en condiciones difíciles no ha supuesto una merma de calidad, sino al contrario: el equipo es de primera», afirma la directora. Xabier Lozano es director de fotografía, Antxon Zabala, ayudante de dirección y Juan Borrel se ocupa del sonido. «Aunque las protagonistas se acaban diciendo de todo, el humor domina. Por eso la obra funcionó tan bien y pensamos que la película conectará con el público vasco, que conoce a bien a buena parte de las actrices, y con el de otros sitios, porque el amor, la amistad, la traición y los celos son cuestiones universales».

Se trata del segundo largometraje de Gabilondo como directora en solitario, después de 'Amaren eskuak', adaptación de la novela de Karmele Jaio. Como codirectora ha filmado junto con Fernando Bernués, su pareja, 'Kutsidazu bidea, Ixabel' y 'Mugaldeak'. Gabilondo es también autora de diversos cortometrajes y numerosos montajes teatrales que compagina con su carrera de actriz.