'Popel': Tras las cenizas de los deportados republicanos
El director Oier Plaza sigue la pista en su documental de las víctimas vascas del franquismo y el nazismo
'Popel' arranca con una de las cientos de llamadas que Unai Egia realizó en su rudimentario francés en búsqueda de los familiares de Enric ... Moner. Profesor de Plástica en la ikastola Lauro, Egia leyó 'El impostor' de Javier Cercas y echó de menos un epílogo para saber más sobre Enric Moner, el deportado republicano cuya identidad usurpó durante veinte años Enric Marco hasta que fue descubierto por un historiador. En una escena de la película 'Marco', el protagonista, encarnado por Eduard Fernández, ve en los registros del campo de concentración de Flossenbürg el nombre de Enric Moner. Y falsea el apellido, de Moner a Marco.
El azar llevó a Egia a conocer a otro historiador aficionado, Antón Gandarias, bibliotecario de la Diputación de Bizkaia que una vez al año habla a los chavales de Lauro de su tío, Anjel Lekuona, testigo del bombardeo de Gernika que acabó capturado por la Gestapo en el exilio. Moner y Lekuona no solo fueron al mismo campo de concentración, Hradistko, cercano a Flossenbürg, sino que fueron ejecutados el mismo día. 'Popel' narra esa investigación, que se inicia en Busturia en 1937, con los aviones de la Legión Cóndor sobrevolando el pueblo camino de Gernika, y concluye en 2025 en el crematorio de Praga, cuyo responsable durante la ocupación nazi, František Suchý, arriesgó su vida al esconder las cenizas de más de 2.000 víctimas.
Presentado en la sección Zinemira del pasado Festival de San Sebastián, 'Popel' (cenizas, en checo) llega el 7 de noviembre a las salas tras un estreno este martes 4 en la Sala BBK al que acudirán el lehendakari, Imanol Pradales, el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, y el presidente de la Bilbao Bizkaia Kutxa, Xabier Sagredo (su fundación bancaria ha colaborado en el proyecto desde su génesis).
Natural de Gernika, el director Oier Plaza conocía la historia de Anjel Lekuona mucho antes de que Javier Cercas contara la farsa de Enric Marco. Cuando se enteró en 2022 de que igual se habían encontrado sus cenizas supo que había una película. Acompañó a los familiares de Lekuona a Praga y empezó a rodar la investigación. Tras once versiones y diez meses de montaje, al fin ve la luz «un viaje a lo desconocido, sin un guion de hierro como en la ficción». «Seguimos un hilo y vamos descubriendo una historia con muchísimas aristas, de la Guerra Civil a la II Guerra Mundial, los países comunistas...».
Maquinaria de la muerte
Un gran acierto de 'Popel' es el empleo de imágenes de animación para recrear episodios bélicos y escenas escabrosas. Su autor es el dibujante Kote Camacho, al que el director enseñó las pinturas de José María de Ucelay, cuya familia era de Busturia. La belleza de los dibujos animados, que parecen óleos en movimiento, contrasta con la dureza de escenarios reales como la prisión de Pankrác, en Praga. Oier Plaza muestra la guillotina con la que los nazis ejecutaban a los presos y los féretros en los que se despachaba los cuerpos sin cabeza.
«Esa habitación es uno de los lugares que más me ha marcado en mi vida», reconoce el director. «Hay algo indescriptible, no sé explicarlo. La luz, saber que todo está prácticamente intacto en mitad de una cárcel que sigue en funcionamiento... Los nazis crearon una maquinaria de la muerte. Y esa meticulosa burocracia hizo posible que František Suchý pudiera elaborar sus listados de decapitados y cremados». 80 años después, el horror provocado por el fascismo sigue interrogándonos en un tiempo de desmemoria histórica. «El dolor se ha transmitido generacionalmente. Hoy asistimos a un blanqueamiento de lo que fue el franquismo», lamenta Oier Plaza. «Los checos tienen muy claro de que los que cayeron allí eran unos héroes. Los militares se cuadraron ante los deportados republicanos, en España esa imagen sería imposible».
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