«Ahora nos piden el corto desde otros festivales»

- ¿Han celebrado el premio?

- Nos lo notificaron cuando la mayor parte del grupo ya se había marchado en un minibús. Lo recogimos Begoña Suárez (la protagonista) y yo, que habíamos ido en avión. Hablamos todo el rato de celebrarlo pero hasta septiembre no podrá ser porque ahora, con la película, desaparezco totalmente.

- ¿Esperaba algo así?

- Estoy contentísima. Recibimos la noticia cuando ya estábamos 'descelebrando', pensando que no tendríamos ningún premio. Se considera un premio del público porque al festival solo entran las personas acreditadas y la asociación Ceux du Rail da la oportunidad de que el pueblo pueda ver estos trabajos.

- Y ha vuelto al trabajo inmediatamente.

- Sí. Empezamos el rodaje del largo -'20.000 especies de abejas'- el 20 de junio. Estamos ya en la cuenta atrás. A las nueve de la mañana ya estaba con los ensayos.

- ¿Qué supone este premio?

- Desde que se conoció que estábamos seleccionadas, se ha despertado bastante interés en otros festivales que nos piden ver el corto. Hasta ahora no nos había pasado nunca. No sé en qué se concretará. Con el proyecto del largo ya había tenido reconocimientos internacionales, pero no deja de ser un proyecto. Esto es distinto, es por un trabajo cerrado, es como un aval mayor. Los proyectos también los avalas con tus trabajos anteriores, pero claro, ninguno había estado seleccionado en Cannes. Eso marca la diferencia.

- ¿Qué se trae del festival?

- Ver a las mujeres en el proceso de descubrirse a sí mismas y decir: 'hemos sido capaces de hacerlo' ha sido muy emocionante. También Ava Cahen, delegada de la Semana de la Crítica (la sección paralela del festival dedicada a descubrir nuevos talentos), me recibió completamente conmovida, agradecida por el alcance del trabajo. Me dijo que le parecía sobrecogedor. ¿Cómo te quedas cuando te dicen eso? Estoy supercontenta.

- De vacaciones, ni hablar.

- Los rodajes son agotadores, con jornadas muy largas, sosteniendo muchas cosas. Arrastramos una preparación de tres meses con mucha intensidad. Así que al terminar, es muy probable tener un bajón. Me gustaría coger aire antes de entrar al montaje, con Raúl Barreras, que me llevará dos meses. Lo disfruto mucho porque vuelvo a la soledad. Es lo más parecido a escribir el guión, pero ese bajón será lo más parecido a 'vacacionear' este año.