Mabel Lozano, en Zinemakumeak gara!: «Ninguna mujer ha nacido para puta»

-¿Qué no vemos?

-Que en la realidad 'Pretty Woman' es una mujer nigeriana que ha caminado durante uno o dos años para llegar hasta aquí y la han violado muchas veces en el camino. O una mujer colombiana o paraguaya o rumana que viene a España con la promesa de un trabajo y según aterriza la meten en un burdel. Y es una mujer con hijos que alimentar. A menudo, se trata de mujeres que han crecido en entornos de muchísima violencia, violadas y abusadas en su infancia, que no pueden reconocerse como víctimas. Y a las que la Ley de Extranjería condena a no poder trabajar. Lo que hay que hacer es vestir de derechos a estas mujeres porque esto, si no, existe, se permite y se legitima.

La historia que cuenta en 'Ava', el documental candidato a los Goya que ha presentando en el marco del festival Zinemakumeak gara! y después de cuya proyección ha participado en la mesa 'Psicología contra las violencias sexuales. Prostitución y trata de seres humanos con fines de explotación sexual' (organizada en colaboración con el Colegio Oficial de Psicología de Bizkaia), pone otro rasgo bastante común sobre la mesa: la cantidad de mujeres y niñas con discapacidad intelectual que son víctimas de explotación sexual. Es lo que Lozano llama «abrir otro melón» sobre el tema, por si los de 'El Proxeneta. Paso corto, mala leche', 'Biografía del cadáver de una mujer' y 'Chicas nuevas 24 horas' habían dado poco en que pensar y por lo que «ser activistas».

'Ava' cuenta la historia de una chavalita con discapacidad intelectual secuestrada y puesta a disposición de clientes de prostitución. «Es una brutalidad y ha pasado siempre. Estas mujeres son más dóciles, más sumisas. Son las más vulnerables. Son más fáciles de captar, sobre todo ahora con las redes sociales, que las igualan al resto de chicas. No tienen signos externos y por lo tanto son mujeres normalizadas. Y hay muchos hombres 'normales' y 'limpitos' que las buscan. ¿Pero en qué país vivimos?». Se queda corta y se corrige: «¿Pero en qué mundo vivimos?».

Que «ninguna mujer ha nacido para puta» lo tiene claro. «Si desde niña oyes que siempre te quedará hacerte puta para ganarte la vida, si luego no tienes las mismas salidas que los demás, si eres madre muy joven, si migras y no tienes papeles. Ahí no hay consentimiento, es lo que se llama consentimiento viciado porque no hay alternativas. No seamos tibios».