Bilbao se convierte en el Madrid de 1979

Desde primeras horas, la productora Ikiru Films desplegó toda la infraestructura necesaria para viajar en el tiempo medio siglo atrás, lo que incluía vehículos de época que permanecían aparcados en la calle Mazarredo, desde un Renault 4 a un Simca 1200, pasando por un antiguo taxi madrileño con su característica raya roja horizontal. Una anacrónica estampa que despertó la expectación de los transeúntes, que se detenían a observar y preguntar de qué película se trataba.

El Kafe Antzokia se transformó en un colmado de la época y las paredes de la calle San Vicente fueron tapizadas con carteles que anunciaban la fiesta de San Isidro de Madrid de 1979. También se podía ver propaganda electoral de los comicios generales de ese año con Felipe González, Adolfo Suárez o Ramón Tamames, el mismo que hace dos años defendió la moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez, como candidato del PCE, una deriva ideológica que bien podría haber sido sacada de un guion de película.

Hombres formales con boinas y gafas gruesas, así como jóvenes con chaquetas de cuero, largas cabelleras y frondosas barbas, esperaban tranquilamente las instrucciones del equipo de producción al costado de una cabina telefónica que instalaron fuera de la iglesia San Vicente. Junto a ellos, religiosas con hábito y otros personajes con vestidos que evocaban la estética y la moda de los años setenta completaban el paisaje fílmico.

El rodaje obligó a cortar de forma intermitente la circulación en la calle Ibáñez de Bilbao. Al grito de «¡acción!», dos monjas, una de ellas con un carrito de la compra, cruzaban los jardines en dirección a la iglesia, mientras un reluciente Seat 600 de color verde botella atravesaba la calle. Al fondo, se oían los pitidos de los conductores contemporáneos, obligados a esperar a que el equipo diese por buena la escena.

'Ruega por nosotras´ aborda uno de los episodios más oscuros y poco conocidos de la dictadura franquista: el Patronato de Protección a la Mujer. Esta institución, creada en 1941, encerró a miles de mujeres en internados, conventos y residencias gestionadas por órdenes religiosas con el pretexto de «reformar a la mujer caída». Se trataba de un castigo dirigido a aquellas que se alejaban del modelo conservador impuesto por el régimen por el que la mujer debía ser un ama de casa sumisa y obediente. Se estima que más de 40.000 mujeres pasaron por estos centros, muchas de ellas aisladas sin derecho a juicio ni apelación. Algunas fueron separadas de sus hijos, que fueron entregados en adopción o incluso vendidos.

Daniel Monzón, que escribió el guión junto a Jorge Guerricaechevarría, aborda esta temática a través de la historia de dos jóvenes de distintas clases sociales que se encuentran en uno de estos internados y enfrentan juntas la dureza y crueldad de la institución. Se trata de la octava película del director y excrítico de cine, ganador de tres Goyas y que cuenta en su filmografía con títulos como 'El niño', 'Yucatán' y 'Las leyes de la frontera'.

El rodaje, que finalizará el 8 de agosto, se ha trasladado al centro de la capital vizcaína tras pasar por Orduña, donde se ubica uno de sus principales escenarios: el Colegio de la Compañía de María, en el Paseo de la Antigua, donde se ambienta el internado que recrea el film.