El Gobierno vasco apoyará con más fondos la «eclosión» del sector audiovisual

El apoyo al sector audiovisual, del cine a las series, será uno de los pilares de la actuación del Departamento de Cultura y Política Lingüística del Gobierno vasco en los próximos años, según se recoge en el plan presentado ayer que abarca hasta 2022. El documento identifica este sector como el de mayor potencial de crecimiento y el que ha brindado en los últimos tiempos mayor difusión internacional y reconocimiento a los creadores vascos. Por ello plantea, entre otras medidas orientadas a contribuir a esa «eclosión», apoyar a una película más al año a través de las convocatorias del Gobierno vasco, aumentar la capacidad de ETB para participar en más películas o poder comprar sus derechos e impulsar la escritura de guiones de series televisivas y la producción de series, tanto las convencionales como las creadas para internet, dando prioridad a las creaciones en euskera.

Solo falta mes y medio para que comience el Festival de Cine de San Sebastián y se estrene en la Sección Oficial la última producción de Aitor Arregi, Jon Garaño y Jose Mari Goenaga, 'La trinchera infinita'. Ellos son los creadores de 'Loreak' y 'Handia', dos largometrajes que han supuesto un hito para el cine en euskera; la calidad de 'Handia', de 2017, fue reconocida con diez Goyas. 'La trinchera infinita', con Antonio de la Torre convertido en un 'topo' de la Guerra Civil que se esconde durante más de treinta años, es la primera película de estos autores rodada en castellano.

El departamento calcula que para fortalecer el sector audiovisual hay que aumentar en tres millones la dotación de fondos públicos para 2022. En conjunto, según explicó ayer el consejero Bingen Zupiria a preguntas de este periódico, «para un cumplimiento razonable de los objetivos» el presupuesto de la viceconsejería de Cultura (sin tener en cuenta Política Lingüística, Deporte y EiTB) -que en la actualidad asciende a 24 millones- tendría que elevarse «en torno a un 35% para el final de este periodo. Con ese incremento estaríamos en condiciones de cumplir la mayor parte de los objetivos propuestos». Eso supondría consolidar 11 millones más en tres años y medio, siempre y cuando «la evolución de la economía y de los ingresos fiscales sea positiva y sostenible, que es algo que todos esperamos», precisó el consejero.

Si se habla de ayudar a la creación y producción cultural, no puede el plan olvidarse de las condiciones laborales en las que se desarrolla ese trabajo. Entre las medidas que se mencionan está la posibilidad de aplicar un IRPF especial a los creadores teniendo en cuenta que «su trabajo es continuado, pero su retorno económico es ocasional». Este tema debe abordarse en profundidad con las diputaciones. «Es necesario insertar la preocupación por la dignidad profesional de creadores y creadoras en las políticas culturales» y adoptar medidas complementarias a las del Estatuto del Artista.

Los museos han demostrado su capacidad para hacer de Euskadi un destino culturalmente atractivo para el resto del mundo, lo que los convierte en piezas clave del desarrollo económico aunque a su vez requieren fuertes inversiones. El documento define al Guggenheim Bilbao, el Bellas Artes de Bilbao, Artium, Cristóbal Balenciaga, Tabakalera y Chillida Leku, cada uno con sus propios y ambiciosos planes, como «un ecosistema del arte» que debe «profundizar en la complementariedad y la visión de conjunto». También contempla aumentar el presupuesto para posibilitar que amplíen sus colecciones y asuman «compromisos firmes» con los artistas del país.

La Orquesta Sinfónica de Euskadi se presenta como uno de los proyectos más importantes promovidos por el Gobierno vasco, y se señala la necesidad de más recursos para que pueda exportar a España y a toda Europa la cultura y la música vascas. Para la Joven Orquesta de Euskal Herria, por su parte, se anuncian muchos cambios. El documento habla de «redefinir» y desarrollar un nuevo modelo. «Es necesario adaptar la oferta de la EGO y actualizar la experiencia que ofrece a nuestras y nuestros músicos jóvenes» tras 20 años de existencia.

Más de una década después de que la Ley de Bibliotecas de Euskadi de 2007 regulara la Biblioteca Nacional de Euskadi, y dado que el apartado físico de archivo lo cubren ya las diputaciones forales y, en su caso, los ayuntamientos, el Departamento de Cultura está desarrollando el proyecto de la Biblioteca Nacional Digital. En cuatro años ese archivo en red o portal de acceso a la cultura vasca debería estar definido, estructurado y en funcionamiento. Incluirá textos, audiovisuales, documentos sonoros, visuales y fotográficos de autores vascos, creados en o traducidos al euskera y producidos en Euskadi o de tema vasco. «Supondrá un gran avance en lo concerniente a la protección, accesibilidad y visibilidad de la cultura vasca, así como en la agenda digital», concluye el consejero.

Las hermanas pobres de la creación, el teatro y sobre todo la danza, también tienen su hueco en este plan con la puesta en marcha de un archivo que recoja y difunda el patrimonio generado por estas disciplinas. Será también de carácter digital, sin una sede física, pero supone un notable avance, ya que este ámbito de las artes escénicas es el único que no cuenta con recursos institucionales para proteger su memoria, conservarla, cultivarla y ponerla a disposición de la creación contemporánea, tal y como se explica en el documento.