'Los domingos': La película española del año entre el público creyente y el ateo
Alauda Ruiz de Azúa vuelve a poner a prueba nuestras creencias y prejuicios en su tercer largometraje
«No creo en la existencia de los ángeles, pero mirándote me pregunto si eso es verdad», dice la letra de 'Into My Arms', una canción de Nick Cave que interpreta en varias ocasiones el coro en el que canta Ainara, la protagonista de 'Los domingos'. La música es importante en el tercer largo de Alauda Ruiz de Azúa. Arranca con la visión de un crucifijo mientras suena de fondo el 'Quédate' de Quevedo y Bizarrap. Y concluirá con un emocionantísimo final a los sones de 'Aitormena' (Confesión), de Hertzainak: «Sin darnos cuenta nos hemos acostumbrado. Sin darnos cuenta hemos llegado al fin».
Lo terrenal y lo divino, lo material y lo espiritual, la razón y la fe se enfrentan en esta crónica de una descomposición familiar provocada por un anuncio: Ainara, lista y guapa (la debutante Blanca Soroa), quiere meterse a monja. El espectador, tan trastocado como estos burgueses bilbaínos venidos a menos, puede elegir qué postura tomar. La del padre viudo (soberbio Miguel Garcés), que se muestra tolerante pero en realidad está más preocupado por las deudas que acumula su restaurante, o la radicalmente anticlerical de la tía (Patricia López Arnaiz), que no puede entender por qué su sobrina quiere encerrarse en vida junto a unas viejas dirigidas por la madre superiora (Nagore Aranburu).
Tal como hizo con los sinsabores de la maternidad en 'Cinco lobitos' y con la violencia en el seno de un matrimonio de 30 años en la serie 'Querer', Alauda Ruiz de Azúa pone a prueba nuestras creencias y prejuicios. 'Los domingos' está llamada a arrasar en taquilla desde este viernes entre el público creyente y el agnóstico y ateo. Los primeros agradecerán el respeto con el que se muestran las fases de una vocación, del discernimiento al ingreso en la orden religiosa. Aquí no hay curas y monjas (aparentemente) villanos.
Los espectadores no religiosos tendrán que admitir que Ainara, aunque no lo entendamos, siente de manera verídica su fe. ¿Y cómo se le dice a alguien que lo que siente no es real? ¿Es lícito que en los colegios religiosos alienten vocaciones a adolescentes que todavía no han formado su personalidad? ¿Con qué autoridad moral puede dar lecciones a una cría alguien cuya propia vida es un desastre?
Preguntas y no respuestas que la directora baracaldesa formula ayudada por un guion diabólico, una planificación exacta y unos actores en estado de gracia. 'Los domingos', el día en el que se reúne a comer la familia protagonista –también el día del Señor–, será sin duda la película española de este 2025.