Crítica de 'Preparativos para estar juntos un periodo de tiempo desconocido' (2020): Más allá de la duda

Marta es una mujer obsesionada con un hombre que la ignora. Así arranca 'Preparativos para estar juntos un periodo de tiempo desconocido'. Película extraña donde las haya, que plantea una situación límite de la forma más enigmática que quepa imaginar. ¿Por qué? Sencillamente porque la neurocirujana protagonista se angustia con una duda que la atenaza día y noche: ¿Será su enamoramiento de un colega algo sugerido por su febril imaginación? Peliagudo asunto para un melodrama intimista a contracorriente, al que su actriz protagonista, Natasa Stork, dota de un sesgo perturbador, capaz de provocar desasosiego en el público espectador.

Uno asiste a su desarrollo poniendo buen cuidado en no perder el hilo argumental, a la vez que debe prestar atención a los mecanismos que la directora emplea para que te enteres de que lo que estás viendo no es un mero pasatiempo, sino el producto de una sofisticada operación de la imaginación. Estos artefactos son peligrosos por su ambigüedad, pero esta vez resulta interesante. En fin, cuando pasen los años y el aire haya cavado un foso entre su alma y la del hombre que sospecha amó, Marta tal vez se dé cuenta de que fue alguien que se detuvo un instante frente a sus labios, un pobre hombre cansado de andar en busca de un último refugio.

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