Crítica de 'Los Olchis' (2021): Narizotas imperiales

Los caricaturescos protagonistas de 'Los Olchis' buscan un lugar en el que vivir, pero nunca se sienten bienvenidos en ninguna parte. Atufan y la mayoría de los humanos no les quieren ni ver. Cuando el dragón de la familia aterriza en el vertedero de Pestilandia, los Olchis se sienten como en casa y deciden convertirlo en su nuevo hogar. Pero no todo será tan fácil como ellos piensan ya que deben demostrar a los sufridos ciudadanos de Pestilandia que juntos pueden salvar la ciudad. La obvia reflexión ecológica que desprende esta cinta animada no puede ser más oportuna, visto y comprobado el imparable deterioro del planeta azul, tal vez de forma irreversible.

Las berenjenas, que conforman las imperiales narizotas de estos seres verde-moco, llamarán la atención de los chiquitajos, a quienes van destinadas sus peripecias, capaces de no dejar títere con cabeza. Asimismo, son muy picajosos con toda una ristra de personajes atrabiliarios, descritos con mala uva y alegre sentido del humor. Es todo lo que nos puede ofrecer esta peculiar familiar, que sale ahora al encuentro de un público infantil distinto al que suele frecuentar los fantásticos cuentos de duendes y hadas habituales, llenos de sugerencias y paisajes de ensueño. Sin embargo, estoy seguro de que 'Los Olchis' abrirán nuevos caminos a la siempre fértil imaginación infantil.

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