Crítica de 'El monstruo marino' (2021): Corazones intrépidos

En su desarrollo el argumento resulta un tanto precario, y despista por una desigual mezcla de tonos que van de la iluminación tenebrosa de su prometedor arranque a un desenlace achiclado que desprecia la posibilidad de explorar la gama de registros intermedios, pero en su diseño de personajes 'El monstruo marino' es todo aciertos, tanto en lo que se refiere a los secundarios (fantásticas las mujeres pirata que gobiernan la cubierta del 'Inevitable'), como al trío protagonista.

Mención especial para la excepcional armonía de los apartados técnicos que se sustancia en detalles casi imperceptibles como el del peso y la corporeidad de los machetes de Jacob y el capitán Crow: iluminación, movimiento, sonidos… Una maravilla. Por si fuera poco, la agradable banda sonora de Mark Mancina con la que Williams envuelve el sustrato clásico de un relato que desmonta prejuicios sin aburrir con grandes discursos.