Crítica de 'Quién lo impide' (2021): Qué grande es ser joven

Atesora indiscutible atractivo un documental de tanta actualidad como 'Quién lo impide', centrado en el sincero retrato de un grupo de adolescentes actuales. Durante varios años se describen las acciones y reacciones de toda una serie de chicos y chicas, con sus sueños, sus inquietudes, sus ambiciones, sus desencantos, su generosa solidaridad y, por supuesto, su obstinada pertenencia a un determinado grupo o comunidad. Se trata de una juventud rabiosa y contradictoria, por la que el amor pasa presuroso, también poliédrica y renovadora que, según su realizador Jonás Trueba, no ha cambiado tanto con el paso del tiempo y el cambio del contorno.

Así pues, estamos ante la 'generación de la pandemia', bien nutrida de observaciones a diferentes niveles, que en ningún momento trata de describir sucesos extraordinarios, sino que consigue sumergir al espectador, sin trampa ni cartón, en la siempre escurridiza realidad de la vida cotidiana. Incluso, algunos de ellos no sospechan de que tienen otra historia esperándolos, ya que la vida no es una sola, sino muchas. Una juventud, en suma, dispuesta a recorrer su ignoto camino, avanzando por las alamedas en penumbra, conforme el viento susurra entre los olmos. Son chicas y chicos que hacen su andadura con la dignidad de auténticos seres humanos.

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