Crítica de 'Gunpowder Milkshake (Cóctel explosivo)' (2021): En un mundo de hombres

El efecto 'John Wick' tuvo gracia durante 30 segundos, el tiempo que tardó en brotar a su sombra una catarata de medianías cuyo último ejemplo es 'Gunpowder Milkshake'. Cine de acción fetichista de la imagen de una mujer atractiva armada con una pistola que tapa sus vergüenzas con referencias cutres a Charlotte Brontë o Clarissa Wirkola, y un tema de fondo que podría ser el de la conciliación entre el trabajo y la maternidad en un mundo de hombres.

Feminismo de garrafón. A poco que se rasca su superficie se hace evidente que las influencias de las que bebe el guionista del primer largometraje en solitario de Navot Papushado son 'La bella durmiente' de Disney y los 'spaghetti westerns' de Sergio Leone -no en vano el próximo proyecto que unirá sus carreras lleva por título 'Once Upon a Time in Palestine'-, lo que se deja notar tanto en el diseño de personajes (las tres hadas que interpretan Carla Gugino, Michelle Yeoh y Angela Bassett) como en una banda sonora que versiona sin talento melodías míticas como la del tema central de 'El bueno, el feo y el malo' ('The Ecstasy of Gold'). Colores pop, coreografías al ralentí y mucha pólvora completan los ingredientes de un cóctel que en su intento desesperado por molar malcopia algunas de las mejores ideas visuales del 'Cara a cara', de John Woo. Ya se ha anunciado su secuela, por qué no.

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