Crítica de 'The Gentlemen' (2020): Mafia, chulos y baratijas

Un capo de la droga de origen estadounidense está intentando vender en Londres su imperio de marihuana a un alto precio, con lo cual los potenciales compradores se enzarzan en una cruenta lucha a muerte, no exenta de un cínico sentido del humor. De nuevo el hiperactivo realizador de Hertfordshire Guy Ritchie se acerca al submundo del hampa con una trama de personajes corruptos, pertenecientes a todos los estratos de la estirada sociedad británica, desde el lumpen más a ras de suelo, hasta la aristocracia más emperifollada, desarrollada entre la mafia londinense, retratada con el descaro que caracteriza al autor de 'Snatch, cerdos y diamantes' (2000).

Inmerso en una intriga trufada de personajes chulescos, guiños cinéfilos a tutiplén y dotado de una dudosa intencionalidad crítica, Guy Ritchie hace de funambulista en este gratuito desafío equilibrista entre el 'thriller' tradicional, la comedia negra y el ejercicio de estilo. Al tiempo, hace gala de su particular olfato para los subgéneros, aliñados con un gamberro plantel estelar. El resultado es una película violenta, efectista y con puñaladas traperas a gogó, ideal para soltar adrenalina en la oscuridad, ofensiva para algunos y sugestiva para otros, en un producto que, de forma consciente o inconsciente, encaja con el mundo desnortado en el que vivimos.