Crítica de 'Tengamos la fiesta en paz' (2021): El mejor regalo

Una pareja a punto de separarse es la protagonista de 'Tengamos la fiesta en paz'. Y es que las cadenas del matrimonio son tan pesadas que se necesitan dos para llevarlas y a veces tres. Sin embargo, ahí están sus churumbeles dispuestos a hacerles desistir de su propósito. La anécdota transcurre en Navidad, cuando la vida es alegre, como la luz del río y el canto es de la fuente. Por eso los chiquitajos deciden pedir a los Reyes Magos el regalo de que sus papaítos continúen juntos. Vaya aquí un recuerdo para los niños sin recursos que no tendrán juguetes, divirtiéndose con una ramita rota, capaces de hacerle a uno sonreír al verles jugar con ese trocito de madera.

Una pimpante banda sonora intenta aportar la alegría de vivir imprescindible en estos casos, en una cinta repleta de buenas intenciones y realizada con la idea de llegar lo más deprisa posible a la adhesión sentimental incondicional de los espectadores, incluido el inevitable final feliz. Y, como no podía ser de otro modo, el reparto infantil presta sus rasgos angelicales de forma almibarada, sin ahondar en las motivaciones más íntimas de los personajes. Sea como fuere, en 'Tengamos la fiesta en paz' se echa en falta un mayor rigor visual, menos líneas de dispersión temática y, por supuesto, una empatía superior por parte del respetable.

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