Crítica de 'Cazafantasmas: Más allá' (2021): Aventura palomitera

Un hijo de Ivan Reitman se ha hecho cargo de este 'reboot' (reinicio) de la taquillera 'Los cazafantasmas' (1983), que incluye homenajes al título precedente y espectaculares efectos especiales. 'Cazafantasmas: Más allá' se convierte así en un título filmado como si de una película de aventuras se tratara, pero sin el hechizo de las aventuras más puras. No vemos aquí rostros hermosos ocultos por las lágrimas, ni miradas tan seguras de sus noches, como enamorados que mueren juntos. A veces, eso sí, la cinta logra extraer todo su jugo interpretativo a un juvenil reparto, al tiempo que hace desfilar por la gran pantalla a los veteranos protagonistas del título original.

Infantiloide en buena parte de sus beneméritas propuestas, 'Cazafantasmas: Más allá' se desparrama en un entretenimiento en tono menor, trufado de acciones inverosímiles y parapsicología de baratillo. Palomitera en la primera parte de su excesivo metraje y más dramática cercano su trepidante desenlace, el argumento parece no temer al implacable paso del tiempo, que cada uno deja pasar como buenamente puede. Tened en cuenta que nuestra esquiva memoria evoca el rastro de pequeños secretos, guardados en un reloj con forma de juguete, destinado en la película de Ivan Reitman al disfrute de espectadores adolescentes poco exigentes.

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