Crítica de '¡Canta 2!' (2021): Soñar no cuesta dinero

Nombres ilustres, tanto en la versión original como en la doblada al español, realzan este ameno musical animado del máximo responsable de la popular 'El hijo de Rambose' (2007). Ahora se centra en una aventura rockera, ambientada en un mundo de animales antropomórficos, donde el soñador koala Buster Moon es el propietario de un teatro encargado de organizar un espectáculo musical, en el que tendrá un papel destacado una peculiar estrella del rock. Así pues, en la secuela '¡Canta 2!', volvemos a ver a Meena, Rosita, Gunter, Johnny y Ashk, escoltados por canciones al estilo de 'I Write the Songs', 'Don't Speak', 'Party in the USA' y muchas más.

Se trata de un agradable divertimento que sigue las mismas coordenadas de la primera entrega, al tiempo que introduce algunas variantes en su desarrollo argumental, siempre con la atractiva banda sonora de Joby Talbot como elemento distintivo de la función. Lo más potable de la cinta recae en el ilusionante hecho de que rompe una lanza en pro de los sueños. Porque, no rechacéis los sueños por ser sueños. Todos los sueños pueden ser realidad, tened en cuenta que la realidad es un sueño, porque si soñamos que el agua que se desliza por los ríos es un soñar, el agua, límpida, cristalina, también lo será. Además, sólo muere un amor cuando ha dejado de soñarse.

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